Gajraj es un precioso y gigantesco elefante asiático que puede hipnotizarte con su bondadosa mirada. Pero por crueles juegos del destino su vida tuvo de todo menos bondad en ella.
Fue el regalo para la reina india de Aundh; sin embargo, a pesar de haber recibido un animal tan majestuoso, no supieron honrar esta maravilla.
Esta familia real lo mantuvo encadenado por más 50 años en un pequeño templo Hindú, llamado Yami Devi, en Satara, sin las mínimas condiciones necesarias para un elefante.
Sus preciosos y magníficos colmillos habían sido mutilados para “proteger a sus cuidadores”.
Gajraj se encontraba parcialmente ciego por tantos años de negligencia.
Gajraj tenía heridas de las cadenas que rompían constantemente su piel, como úlceras a lo largo de todo su cuerpo.
Era una vida de mucho sufrimiento injusto y nada merecida.
Mientras estaba joven y fuerte lo utilizaban constantemente para las procesiones del Templo.
Pero cuando su salud comenzó a decaer simplemente lo mantenían amarrado como una atracción turística.
Hasta que de repente por fin algo cambió. Muchas organizaciones e individuos tomaron interés en el caso del elefante encadenado.
Gajraj se convirtió en el estandarte en la lucha contra la explotación de elefantes.
Pero finalmente, tras miles de campañas, peticiones y acciones provenientes de muchos grupos ambientalistas pidiendo su liberación, Wildlife SOS pudo llevar a cabo el rescate.
Contaron con ayuda del Departamento de Conservación Forestal de Maharashtra, quienes persuadieron a la reina de «dejarlo libre» y mucha ayuda policial.
Gajraj ha sido trasladado al Centro para la Conservación y Cuidado de Elefantes donde podrá vivir el resto de su vida en la tranquilidad.
Por primera vez tendrá las condiciones adecuadas para un animal de su maravillosa especie.
Después del rescate, Gajraj tuvo que someterse a una revisión médica y determinaron que requería tratamiento inmediato, debido a un acceso en su pata, que se estaba esparciendo rápidamente y podría llegar al hueso.
También tenía accesos en la cadera y una degeneración severa de las plantas de sus patas.
Todo esto exige que tenga cuidados geriátricos especiales y una atención médica especializada a largo plazo.
La familia real de Aundh le dio al elefante una cálida despedida donde los granjeros locales casi impiden la partida del elefante entre protestas y mucha agitación.
Ellos lanzaron rocas y amenazaron con un suicidio en masa ante la pérdida de su “preciado símbolo”
Apenas estuvo en la ambulancia, el tratamiento de Gajraj comenzó. Empezaron a drenar sus accesos, administrarle medicinas y cuidar su piel.
Durante el viaje, sus cuidadores se aseguraron que Gajraj tuviera mucha hidratación, frutas y que se sintiera cómodo. El anciano elefante mantuvo la calma en todo momento y les permitió trabajar, como si supiera que ya desde ese momento todo estaría mejor.
Al llegar al Centro de Conservación Gajraj da sus primeros pasos hacia la libertad.
Por haber sido un “elefante de Templo” por tantos años, Gajraj no tenía la posibilidad de descansar en una superficie cómoda nunca, siempre se encontraba de pie en pisos duros que lastimaban sus patas y articulaciones.
Aquí sus cuidadores realizaron un gran esfuerzo para que se sintiera como en su casa.
Se piensa que Gajraj, como la mayoría de los elefantes de templo, fue capturado cuando era bebé.
Con tan solo 12 años lo separaron de su familia, lo golpearon hasta la sumisión y lo encadenaron por lo que fue toda una vida.
Los expertos que veían su comportamiento todos coincidían que que se trataba de un animal traumatizado, abusado y en una situación de extremo estrés emocional.
58 años pasó este elefante atrapado y en cadenas.
¿Qué puedes hacer para evitar el uso de elefantes en tu comunidad?
- Aprende sobre ellos. Los elefantes pintando o actuando pueden verse muy lindos pero este comportamiento antinatural fue adquirido bajo presión y ansiedad.
- Habla con las personas que conoces, cuéntales lo que has aprendido.
- No visites circos u otros actos con shows de elefantes, su dinero viene del sufrimiento del animal.
- Apoya la prohibiciones del uso de “ganchos para elefantes”. Tal vez no los puedes ver pero están ahí. Los entrenadores usan objetos puntiagudos para obligar al elefante a hacer lo que quieren.
- Apoya las peticiones y esfuerzos para mejorar las condiciones de los elefantes y prohibir su cautividad a nivel mundial.
- ¡Comparte!
Desde que llegó al Santuario, Gajraj ha disfrutado de caminatas, baños de lodo, refrescantes y amorosas duchas y de una vida sin cadenas por primera vez.
En el camino a la recuperación completa, Gajraj aún tiene mucho por recorrer.
Pero sabemos que lo logrará pues tiene la ayuda de este asombroso equipo, sus cuidadores veterinarios.
El santuario se mantiene con el apoyo y donaciones que las personas de todo el mundo mandan a Wildlife SOS para que Gajraj y sus amigos elefantes tengan una vida feliz y digna.
Comprte esta inspiradora historia, los animales merecen respeto en su hábitat natural. ¡Dile NO al encarcelamiento de elefantes!