Un perrito dejado en un terreno baldío consigue a unos grandes hombres que enternecen con su diminuto tamaño y deciden rescatarlo.
El animalito fue arrojado desde una camioneta en movimiento, una inescrupulosa persona decidió deshacerse de este angelito sin ni siquiera tomarse la molestia de detenerse y abrir la puerta.
El pequeño fue tirado por la ventana, como si de un deshecho se tratase.
A pesar de esta terrible experiencia, la vida de esta criaturita estaba destinada a tener un final feliz. El trabajador de un taller ubicado frente al terreno donde fue dejado el animal, vio lo ocurrido y decidió acercarse para reclamarle al conductor por tirar desperdicios en un lugar prohibido para ello.
Para sorpresa del empleado Oscar Rangel, la bolsa no se trataba de un paquete sino de un perrito. Por fortuna, la criaturita había caído sobre un montón de maleza que amortiguó el impacto.
El peludito estaba bien pero necesitaba ayuda.
Al hombre rudo le conmovió lo pequeño e indefenso que lucía el animalito, así que lo tomó y llevó con sus compañeros. Estos sujetos grandes no sólo de tamaño sino de corazón, decidieron que iban a adoptar al amiguito y hacerlo parte de su familia laboral.
Los empleados del taller en México, asearon al peludin y lo alimentaron. Como notaron que no dejaba de llorar decidieron hacerle algo de ropa para protegerlo del frió.
Juntos estos mecánicos estaban dispuestos a proteger al animal que decidieron llamar Chalán.
Después de un rato, notaron que aún faltaba algo esencial para este amigo: su propia casa. Como eléctricos industriales la fabricación de la casa no fue nada difícil para ellos, juntos tomaron las herramientas y materiales que tenían a su alcance y comenzaron a trabajar.
“Está bien enano y casi lo pisamos, así que le pusimos chaleco de seguridad, decidimos quedarnos con él y le fabricamos una casita”, dijo Óscar.
La historia de Chalán fue compartida por su rescatista Óscar en su Facebook.
El hombre también relató que después de que el perro estuvo instalado en su nueva casa, decidieron llevarlo al veterinario para corroborar que todo estaba bien.
Por fortuna, no hubo nada de lo cual preocuparse y este amiguito estaba listo para iniciar su nueva vida.
“Nuestro trabajo es duro tedioso y bastante pesado. Y aun así tenemos tiempo y la disposición de adoptar a ese pequeño gnomo peludo que de una u otra manera nos alegra el día cuando llega moviendo la cola para jugar con nosotros”, comentó Oscar.
Estos hombres han demostrado que no importan las circunstancias cuando se tiene la disposición de ayudar. Ante la injusticia tan grande que vivió este amiguito, Oscar y sus compañeros simplemente actuaron desde lo que les indicaba su corazón. De no haber sido por ellos, el plan malvado de la persona que arrojó a Chalán se hubiese concretado.
Si esto te ha conmovido por favor comparte esta nota. La historia de estas personas debe ser un ejemplo de lo mucho que se puede hacer cuando se trabaja en equipo ¡Unámonos y hagamos un mundo mejor para ellos!