Afortunadamente, en el mundo existen personas que son ángeles. Tienen el alma pura y siempre dispuestas a ayudar a los animales que por alguna razón han vivido algunas experiencias un poco amargas.
Pam Ahern, fundadora y directora de la Misión de Edgar, es una mujer que, sin lugar a duda, tiene un corazón desbordado de amor hacia los animales.
En el año 2003, gracias a Edgar Alan, un tierno cerdito y el primer animal que rescató, ella se enamoró de un destino que nunca imaginó. Desde entonces ha vivido a plenitud, con sus altos y bajos, pero con un profundo amor al servicio de los animales.
Aunque Pam siempre ha sentido amor por los animales, ella reconoció que este rescate le abrió la puerta a un mundo desconocido que la cautivó. Ella renunció a su vida, a su trabajo de tiempo completo y se dedicó en cuerpo y alma a la protección de los animales que habitan en la granja.
Han sido muchos los animales que han tenido la fortuna de conocer el amor y la pasión de esta mujer por conseguir el bienestar de ellos.
Frostie, una pequeña cabra que llegó al refugio cuando tan sólo tenía una semana de edad, es una muestra del esfuerzo y el trabajo de Pam y de todo el equipo que contribuye a la recuperación de los animales.
Esta cabra bebé no podía usar sus patas traseras porque estaban totalmente inmóviles a causa de una severa infección que contrajo a través del cordón umbilical.
Pam la recibió y la atendió con todo el amor del mundo. El tratamiento a base de antibióticos hizo efecto rápidamente y esta inquieta cabrita empezó a sentirse un poco frustrada porque quería saltar, correr y jugar como los demás.
Inicialmente, esta pequeña cabrá aprendió a desplazarse con una silla de ruedas que había usado Leon Trotsky, un pequeño cerdito herido después que su madre le aplastara las patas al sentarse sobre él.
Gracias a la dedicación y cuidados permanentes, Frostie ya puede caminar y saltar sobre sus cuatro patas. Es imposible no contagiarse de la emoción que ella transmite.
Esta gran mujer y su equipo atienden a más de 350 animales, entre los cuales hay cerdos, pavos reales, cabras, vacas, gallinas, conejos, alpacas, ciervos, ovejas, gansos, patos, conejillos de indias y caballos.
Pam tiene un sentido muy desarrollado por la justicia de estos seres indefensos y se lo atribuye al amor que su madre siempre practicó por los animales, y el sentido de justicia de su padre. Inevitablemente, ella se siente atraída por los animales que, por alguna razón son víctimas de terribles maltratos.
No deja de creer en la bondad del corazón del hombre, confía que el amor es un sentimiento que une y hace que el humano se incline hacia las necesidades del prójimo.
Aquí puedes ver la increíble entrega y amor de esta mujer … Frostie, una muestra de ello
Si quieres conocer más historias de este ángel y su amor por los animales, puedes verlo en su canal de youtube, Edgars Mission, aquí.
Para Pam, los animales son los principales héroes de su vida, que le enseñan cada día a ser mejor persona. Si quieres seguir de cerca su maravilloso trabajo, puedes hacer clic aquí.
Es una historia muy emotiva, Frostie es sólo un ejemplo de lo que se puede lograr con amor. Comparte con tus amigos y familiares el gran legado de Pam, una mujer ejemplar.