Una pareja de St. Louis se encontraba resguardada de las bajas temperaturas, durante un paseo por las destilerías de Kentucky, cuando de repente vieron que algo en medio de una pila de basura se movía. Estaba a un lado de la vía, cerca de una granja. Les resultó muy misterioso… Y al acercarse se dieron cuenta de que se trataba de un perrito solitario.
«Pensamos que pertenecía a alguna familia de las granjas cercanas, y que se había escapado», contó Katharine Kulka. Por esa razón al principio dudaban si intervenir o seguir adelante. Pero las temperaturas eran tan bajas que simplemente al continuar con su camino no pudieron dejar de pensar en el chico, así que se regresaron, decididos a ayudarlo.
«Se veía tan solo y con tanto frío, allí acurrucado en la bolsa de basura», continuó Katharine.
El perrito seguramente intentaba calentarse con esa bolsa plástica. Mientras que la pareja se acercaba a él, estaba cada vez más claro que se encontraba desesperado por tener algún contacto con otro ser vivo.
«Mientras nos aproximábamos, se levantó de la basura y se acercó él también a nosotros. Se notaba su timidez, pero apenas tocamos su cabeza comenzó a mover la cola. Era muy dulce, quiso recostarse en nuestro regazo de inmediato».
Obviamente, el perrito estaba muerto de hambre y frío, quién sabe cuánto tiempo habrá pasado allí, o cuándo fue la última vez que comió.
La pareja entendió lo que pasaba, enseguida le pusieron una sábana limpia en la parte trasera del auto y lo llevaron con ellos. «Al principio quedó como en letargo, pero apenas se calentó un poco, comenzó a disfrutar del paseo y a asomarse por las ventanas».
Llegaron hasta el Kentucky Humane Society y a partir de ese momento la vida del chico cambió por completo.
Le pusieron Whiskey, como nombre 😀 «No sabemos si fue abandonado o llevaba tiempo en la calle, pero lo encontraron casi muriendo de frío y ahora no le hemos encontrado microchip, tampoco está esterilizado ni tiene collar», dijo Andrea Blair, Directora de Mercadeo en KHS.
Es probable entonces que el chico llevara mucho tiempo así, abandonado pasando frío y hambre. Afortunadamente, ellos no siguieron su camino como si nada estuviese pasando, sino que se preocuparon por ayudar a otro ser vivo que así como ellos tiene necesidades y carencias. ¡Hicieron lo correcto!
No pasó mucho tiempo hasta que llegó una familia y se enamoró de él. Tan solo después de nueve días en el refugio, en los que lo cuidaron y lo alimentaron para que recuperase su fuerza, Whiskey encontró hogar. Lo mejor es que en la familia hay cuatro niños, con los que seguro se llevará muy bien.
Ahora, gracias a ellos, el frío de la nieve no será el lugar en el que Whiskey pasará sus días en soledad; sino que tendrá un cálido hogar para divertirse y descansar. Además, son muy afortunados de tener a un chico tan dulce como él dentro de la familia. Es reconfortante saber que su vida cambió para mejor.
Comparte la historia con todos tus amigos y familiares. Cuando veamos a un perrito en la calle, lo mejor que podemos hacer es ayudarlo y cambiarle la vida. ¡Ellos lo merecen todo!