Confieso que desde que vi Bohemian Rhapsody (¡tres veces!), me he obsesionado con la icónica estrella del rock Freddie Mercury. Y algo que particularmente me enamoró fue la manera en que estaban representados los gatos en la película.
Sabía que le gustaban los gatos, pero no tenía idea de que su fascinación era tal, que los trataba como si fueran sus propios hijos.
Diversas imágenes, videos y testimonios de personas cercanas al ídolo de Queen han dejado en evidencia que el amor hacia sus gatos era de otro nivel.
Todo empezó en 1970 cuando su novia de ese momento, Mary Austin, le regaló a los pequeños Tom y Jerry.
A partir de ahí su amor por los mininos iría en aumento más y más.
Según muchos biógrafos diferentes, incluído su asistente personal Peter Freestone, a menudo llamaba a su casa cuando estaba de gira y pedía que pusieran a los gatos en el teléfono para poder hablar con ellos.
“Llegaba al hotel, llamaba y de verdad les hablaba a sus gatos. Mary sostenía a Tom y a Jerry por turnos para acercarlos al teléfono y que escucharan hablar a su papá Freddie. Esto continuó durante los años, con los siguientes felinos que llegaron a su casa”, reveló Freestone.
Las imágenes y los testigos coinciden en que Mercury llegó a tener bajo el techo de su hogar a 8 mininos llamados: Tiffany, Dorothy, Delilah, Goliath, Lily, Miko, Oscar y Romeo.
“Sus gatos eran su familia”, enfatizó Freestone.
Mercury tenía innumerables detalles con sus adoradas mascotas para que de verdad se sintieran a gusto en su hogar, hasta el punto de que en Navidad tenían su propio calcetín con golosinas.
“La mayoría venían de centros de rescate. A menos 2 de ellos provinieron de una organización benéfica», dijo por su parte Jacky Smith, el líder oficial del Club de fans de Queen durante 21 años.
Freddie incluso comía cereal en la cama junto a sus gatos y esta imagen es la prueba de ello
Pero el amor por sus gatos no sólo quedaba patente en su vida diaria, sino sobre todo en su razón de ser: la música que componía.
En 1985 su fascinación por sus amados gatos la llevó a otro nivel, llegando incluso a dedicarles su álbum en solitario Mr. Bad Guy.
Por ejemplo, en el último disco que grabó llamado Innuendo, se incluían imágenes de Mercury disfrazado de bufón con gatos sobre sus hombros.
También tiene un solo de Brian May con armonías que suenan como maullidos. Y en muchos álbumes más se lo puede ver con atuendos que tienen gatitos estampados, después algunos fanáticos descubrieron que se trataban de los suyos.
¡Hasta dónde llega el amor!
Pero sin duda, la gata más famosa del cantante fue una tabby de tres colores llamada Delilah, adoptada en 1987.
“¡Era un verdadero personaje, esa señorita!. Delilah era graciosa. También era un poco abusona con los demás, pero siempre fue la primera en subir a su regazo y la primera en pedir comida”, dijo Smith.
Jim Hutton, la pareja de Mercury durante 7 años, también pudo dar fe de su amor por Delilah y todos sus demás gatos.
“Era la princesita de la casa, a la que más cogía en brazos y acariciaba. Y por si eso no era bastante se dormía a los pies de la cama, antes de escaparse para buscar broncas nocturnas”.
Aquí tienes una recopilación de imágenes que revelan su profunda fascinación por los felinos:
“Freddie trataba a los gatos como a sus propios hijos. Se preocupaba por ellos constantemente, y si a alguno le pasaba algo mientras él no estaba, que el Cielo nos ayudara. Durante el día, los gatos corrían por la casa y los terrenos que la rodean, y por la noche uno de nosotros los buscaba y los traía dentro”.
Si ya eras un obsesionado de Freddie Mercury, ahora ya conoces esta nueva adorable faceta de su vida y por qué definitivamente era un grande.