Frank Hurst y su perro Radar viven en Elbert County (Colorado, EEUU), ellos se dedican a resolver casos de personas perdidas, homicidios y otros crímenes de los Estados Unidos. Desarrollan sus operativos en Booodhound Man-Trackers Inc., una organización sin fines de lucro fundada por Hurst y su amigo Brian Eberle, quien también es entrenador profesional de sabuesos policía. Llevaron a cabo el proyecto al darse cuenta de las limitaciones financieras de muchos de los que necesitaban su ayuda.
Muchos departamentos de policía no pueden costear su propia unidad especial de perros policía. «Nos apasiona ayudar a que las familias se reencuentren», dijo Frank. «¿Se imaginan lo que es perder a un ser querido? Es un trabajo difícil, pero los sabuesos son muy buenos en ese trabajo» Frank entrenó a Radar cuando a penas tenía nueve semanas, era un cachorro ansioso por aprender y jugar. Rápido aprendió a rastrear y buscar senderos que dirigen hacia aquello que se ha perdido.
El primer caso en el que trabajó consistió en encontrar a una persona que había dejado su vehículo botado y se dio a la fuga a pie. Radar encontró al sospechoso en un sótano, ¡lo hizo muy bien! Desde ese momento ha apoyado en la búsqueda de niños perdidos, ha colaborado con agencias como el FBI y ha resuelto casos de homicidio. Normalmente trabaja junto a Frank, han creado un vínculo especial a través de los años.
La relación de ellos se solidificó una mañana en la que Red, el perro anterior de Frank, murió. «Lo sostuve y lloré mientras le agradecía por trabajar tan duro conmigo y haberme ayudado a hacer feliz a tantas personas, pero sobre todo por ser mi amigo y compañero». Ese mismo día, a la media noche, lo llamaron para que asista a un caso y le tocó Radar como compañero. Primero no estaba muy animado porque la pérdida lo deprimió, pero todo salió tan bien que en ese momento sintió que Red estaba junto a ellos acompañándolos.
En sus días libres el sabueso adora correr y jugar con la misma fuerza con la que trabaja. Tiene a su grupo de amigos caninos: Sky el Gran Danés, Kilo el Malinois Belga y Omaha el Labrador Amarillo. Además de divertirse con ellos, sigue a Frank de un lado a otro mientras hace arreglos en su hogar. «Radar es mi mejor amigo y además es mi familia«. Se hacen bien el uno al otro ya que tienen una labor muy difícil y estresante, necesitan apoyo para recargar baterías.
A pesar de que es un gran reto lo que hacen, ambos aman su trabajo: buscar a aquellos que se han perdido y hacer valer la justicia, combatir el crimen. Han sido reconocidos como merecen. El año pasado Radar ganó el American Kennel Club Humane Fund Award for Canine Excellence, por su imecable trabajo de campo. «Fue un gran honor para mí. Estaba impresionado de que le hayan dado el merecido reconocimiento a mi amigo Radar»
Es muy hermosa la labor que desempeñan y la buena relación que tienen, comparte esta historia con todos tus amigos.