Garth es un fotógrafo que ha pasado largo tiempo al aire libre, estudiando y documentando la vida de los animales salvajes. Ahora se encuentra trabajando en un proyecto que pondrá en auge conversaciones acerca del daño que hace la caza furtiva en África del Sur.
Él se encontraba grabando cuando un rinoceronte se acercó sin dudarlo hacia a él.
Muchas personas hubieran sentido terror en un momento como este, pero él simplemente pensó que el animal solo quería acercarse a la cámara. Su cercanía con la vida salvaje lo hizo perder el miedo, por lo que lejos de sentir miedo reaccionó de manera espontánea.
Así que permitió la cercanía del animal de manera natural.
Pero algo lo tomó por sorpresa, el rinoceronte no solo quería acercarse a la cámara, quería acercarse a Garth y su objetivo era claro. Su curiosidad no era solo por la cámara sino por el fotógrafo también, además tenía una petición que Garth comprendió y cumplió.
¡Quería que le frotaran la «panza», algo de afecto!
Sin dudarlo, Garth pasó su mano por el cuerpo del animal y le brindó algunas caricias, aunque debemos decir que esta vez sí se encontraba en medio del asombro. Él esperaba la cercanía de algún animal en cualquier momento, pero no ese tipo de interacción.
Sin duda es un pacto de amistad entre especies.
GOODFULLNESS
Debemos mencionar que Garth ha pasado largo tiempo en cercanía con el rinoceronte, quien seguramente se sintió en confianza y decidió expresarlo, nunca debemos intentar hacer lo mismo si no hemos convivido con ellos pues el resultado puede ser catastrófico. Pero esta vez nos complace ver que los rinocerontes con capaces de demostrar empatía y a veces solo necesitan un poco de amor ;).
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