Alguna vez te has preguntado cómo sería el mundo si todos los seres humanos tuviéramos la disposición de poder amar y cambiarle la vida a los perritos más vulnerables.
Algo que en teoría no suena tan fácil, pero la verdad, es como personas somos seres excusables que nos cegamos ante la posibilidad de hacer feliz a un peludito con tan poco, después de todo, solo necesitas abrir tu corazón y amarlo incondicionalmente.
Las fotos del antes y el después entristecen a sus cuidadores.
Para los rescatistas es muy duro ver a muchos perritos envejecer en el refugio, porque son indiferentes ante los ojos de los posibles adoptantes.
Sophie Gamand ha trabajado de la mano con algunos centros de rescates caninos y ha fotografiado algunos peluditos, enmarcando su historia desde que estaban detrás de la perrera hasta que se marcharon a su nuevo hogar.
Cuando Gamand lo fotografió ya el perrito tenía dos años en el refugio.
Gamand fue quien fotografío por primera vez a Gray, una mezcla de Pitbull banco y negro que hace 4 años posó feliz para la sesión de fotos, estaba tan emocionado que sacaba su lengua y cautivaba a todas con su sonrisa.
El perrito llegó a la Sociedad Protectora de Animales del Condado de Calhoun en Albama, su antiguo dueño lo dejó junto a su madre y su hermanito argumentando que ya no podía cuidar de ellos.
Su madre y hermanito fueron trasladados a un refugio en Nueva York donde rápidamente encontraron un hogar.
No pasó mucho tiempo para que su madre y su hermano consiguieran un hogar, pero el dulce Gray no tuvo la misma suerte. Ya han pasado varios años y la personalidad enérgica y juguetona del perrito ha decaído un poco, y cómo no, si todos sus amigos peludos se marchan y él sigue esperando por una familia que lo ame y le dé una segunda oportunidad.
Shelly Hunt, presidenta de la junta de la Sociedad Protectora de Animales del País Calhoun, comenta al respecto:
«Ama las golosinas y las toma con mucha suavidad. Le gusta jugar y se ha vuelto cada vez mejor”.
Ya han pasado siete años desde que el perrito entró al refugio, recientemente se sentó para otra sesión de retratos y se encontraron con un perrito muy cambiado.
No solo física sino emocionalmente, su pelaje negro ahora está acompañado de pelitos blancos alrededor de los ojos y el hocico.
Esta vez Gray no sonrío, todo lo contrario, miró a la cámara muy triste y desanimado.
Para Hunt y todo el personal que trabaja en el centro de rescate es muy difícil ver a un perrito tan tierno envejecer en el refugio.
«Es muy difícil entrar, día tras día, y ves a los bonitos, los esponjosos, los pequeños entran y salen de nuevo. Y luego tienes a los mayores, que están allí día tras días. Así que es muy difícil para todos”.
A pesar de tener una edad avanzada aún tiene mucho para dar y está dispuesto a correr o jugar en el patio con su nueva persona favorita. Los empleados del refugio saben que Gray sería una mascota hogareña si alguien le diera la oportunidad que tanto necesita.
Desafortunadamente, Gray tiene otra conducta cuando esta cara a cara con otros perritos, por lo que necesita un hogar sin otras mascotas, esto limita mucho a sus adoptantes.
«No tiene ningún problema con la gente, y no es muy agresivo con los perros. Camina con una correa y pueda caminar junto a otros perros. Es solo que es contacto cara a cara (con otros perros) lo que lo desencadena”.
Para intentar ayudarlo el refugio ha diseñado una solicitud de adopción en la página de la Sociedad Protectora de Animales del Condado de Calhoun.
Ningún perrito merece pasar la mayor parte de su vida en un refugio. Deseamos pronto encuentre un verdadero hogar y una familia que lo ame incondicionalmente.
Es el verdadero amor capaz de poder transformar los corazones más duros. Deseamos que cada vez más personas habiten en su corazón este hermoso sentimiento y se motiven a cambiarle la vida algún perrito vulnerable. ¡Comparte!