La amistad de los animales es tan incondicional que son incapaces de imaginar su vida sin su familia humana. Pero, lamentablemente, miles de mascotas han perdido a sus mejores amigos a consecuencia de la pandemia de COVID-19 que a día de hoy sigue sumando cada vez más personas afectadas.
Se mantuvo fiel en todo momento
Esta fue la triste realidad a la que se tuvo que enfrentar una dulce perrita, llamada Latifah, en Guarujá, en la costa de São Paulo, cuando su humano enfermo de coronavirus entró a cuidados intensivos de la Unidad de Atención de Emergencia (UPA) Dr. Matheus Santamaria.
Pasaron más de 15 largos días en los que esta perrita se mantuvo fiel, sin separarse del centro de salud, hasta que lamentablemente su dueño perdió la batalla.
Había quedado devastada y desamparada, por lo que precisaba con emergencia de un hogar amoroso en el que pudiera superar su triste experiencia.
La pérdida de Latifah se hizo viral y el pasado 23 de julio la maestra llamada Elizabeth Cordeiro quedó conmovida con su historia y sabía que debía ayudarla. El deseo de adopción de la maestra fue impulsado por el de su hija y rápidamente decidieron hacer el proceso de adopción.
“Trajo alegría a casa y eso es algo positivo”, dice Elizabeth.
Durante todo el proceso de adopción, la perrita fue acogida por la veterinaria Elizabeth Coutinho, hasta que la familia llegó a buscarla. En cuanto se conocieron por primera vez fue amor verdadero, como si Latifah y las dos mujeres se hubiesen conocido de por vida.
«Cuando llegamos ella estaba muy asustada, pidiendo mucho amor, afecto y cuidado. Fue amor a primera vista», recuerda la maestra.
Ella y su hija decidieron dar un nuevo nombre a la perrita, que hasta entonces se llamaba Esperanza. La bautizaron como Latifah, de origen árabe, que en portugués significa adorable y amigable.
“El nombre es perfecto para ella”, comenta Elizabeth.
Además de traer felicidad a la maestra y a su hija, Latifah hizo compañía a Luna, el perro de la familia que se quedó solo después de la muerte de la madre de Elizabeth, quien también la ha recibido como su mejor amiga.
La adopción tan eficiente de Latifah fue posible gracias a la ayuda desinteresada del responsable de la perrera municipal, quien ayudó a difundir el caso y ofreció todo el apoyo al animalito, que ya estaba esterilizada y en buen estado de salud.
Ahora podrá comenzar de nuevo
“Es muy dócil y agradable, pero estaba muy triste en ese momento, qué cambio más grande”, dijo la coordinadora de la Dirección de Protección y Bienestar Animal, Vivi Vargas.
No hay nada que el amor sincero no pueda sanar. Sin duda, le esperan miles de momentos felices junto a su nueva familia a la dulce Latifah.
¡Nuestros mejores deseos están con ella! Merece ser feliz
Recordemos la importancia de la adopción animal, por suerte esta perrita tendrá un hogar para sanar el dolor de la pérdida que sufrió y ser amada por el resto de su vida. Comparte su historia.