A veces podemos encontrarnos con pequeñas sorpresas en esta vida, cosas que simplemente nos alegran el día, pero es muy raro que podamos recordarlos después de un tiempo, pues justamente son cosas mínimas.
Sin embargo, también existen aquellos casos que nos impactan por completo y se convierten en un punto fijo en nuestra vida que jamás podremos olvidar. Y esto es justamente lo que le sucedió hace un par de semanas a Paul Morris.
Mientras estaba disfrutando en su patio el dulce frescor del clima de la tarde, Paul se dio cuenta de que algo extraño estaba sucediendo, pues se sentía observado desde la distancia. En ese momento, comenzó a mirar hacia los alrededores sólo para encontrarse con algo que jamás hubiera imaginado.
Estos animales no suelen acercarse a las personas sin un motivo especial.
A la distancia, una mamá oso y dos de sus hijos lo estaban mirando fijamente, por lo que se asustó al instante pensando que algo podría sucederle si no se movía rápido. Sin embargo, como estaban bastante lejos decidió tomar su teléfono para fotografiarlos y hacerles un vídeo antes de entrar a su casa nuevamente.
Al momento en que lo hizo, estos osos escaparon, por lo que se dio cuenta que su intención no era exactamente acercarse ni lastimarlo, lo que fue aún más extraño.
En éste vídeo podrás ver parte del encuentro con estos osos:
Bear cub with plastic jar on its head
Paul Morris was able to capture this video on Friday evening of the bear cub with the plastic jar stuck on his head. Wildlife response staff from the Maryland Department of Natural Resources – Wildlife and Heritage Service were able to successfully tranquilize the cub on Saturday evening and remove the jar. The cub was reunited with the sow and another cub. Thanks to everyone involved for a job well done.
Publiée par Maryland Department of Natural Resources- Wildlife & Heritage Service sur Samedi 13 octobre 2018
En un punto de esta situación, la familia de osos regresó al bosque, pero Paul pudo notar que uno de los pequeños tenía algo extraño en su cabeza, y se le hacía extremadamente difícil mantener el paso de los demás, quedándose atrás.
Realmente se le dificultaba seguirles el paso.
Mientras más lo observaba pudo notarlo con mayor claridad: el pequeño oso tenía una especie de envase en su cabeza, lo que le impedía ver por completo. En ese momento, Paul entró en un dilema consigo mismo, pues obviamente el pequeño oso se encontraba en una terrible situación y no había nadie cerca para ayudarlo o salvarlo más que él.
Le tomó unos minutos para poder aclarar sus pensamientos y encontrar una respuesta que pudiera ayudar a este pequeño, pero finalmente lo logró. Paul llamó inmediatamente a uno de sus conocidos en el departamento Departamento de Recursos Naturales de Maryland (Maryland Department of Natural Resources – MDNR).
Estaba algo asustado, pero sabía que lo iban a ayudar.
Al enterarse del caso, esta persona habló con los trabajadores de la agencia para que se acercaran a su casa y tomaran medidas que ayudaran a liberar al pequeño oso antes de que se fuera de ahí.
Los profesionales llegaron, pero fue demasiado tarde, pues el oso ya se había ido. De esta manera, pasaron tres días instalados en el patio de la casa de Paul hasta que finalmente lograron encontrarlo, y por suerte todavía no era tarde para ayudar a este pequeño amiguito.
Nadie tiene la más mínima idea de cómo llegó a su cabeza.
Mientras estaban en su tarea, una enorme multitud de espectadores se acercaron para ver el asombroso rescate, que finalizó con el cachorro de oso completamente liberado y regresando con su familia en óptimas condiciones. Realmente un final feliz para esta increíble historia.
Por suerte, no tenía ningún tipo de herida 🙂
Actualmente, Paul sigue visitando su jardín para disfrutar del clima, siempre esperando que el trío de osos no vuelva a tener problemas que requieran de otro rescate.
¡Te invitamos a compartir esta increíble historia con tus conocidos! Nunca sabes lo que te tiene preparado el destino hasta que sucede.