Una de las amenazas más grandes para las poblaciones de orangutanes en la vida salvaje, es la expansión masiva de plantaciones de aceite de palma en Borneo (Malasia, Sabah y Sarawaky) y Sumatra (Indonesia). Esas son las dos islas tropicales en las que se encuentra la mayor parte de esta especie. Se trata del aceite vegetal más usado del mundo, la demanda es muy grande en todas las naciones. Lo peor es que son esos países precisamente los productores del 85% de ese polémico alimento. La vegetación y los animales son los más perjudicados.
La mitad de la comida pre-empacada u otros alimentos que conseguimos en el mercado contienen aceite de palma. Las galletas, el pan, las patatas, el chocolate y la leche en su mayoría contienen esa sustancia. Tradicionalmente se usa mucho para cocinar, pero no es sólo en la cocina donde podemos verla; también hay cosméticos que la contienen, inclusive shampoos, detergentes, pasta dental, entre otros. La economía de Indonesia en gran parte se sostiene gracias a ese aceite, es uno de los países con mayor exportación de ese producto.
La organización United Nations Enviroment Programme (UNEP) indicó en el 2017 que las plantaciones de aceite de palma son la mayor causa de destrucción de la selva tropical en Malasia e Indonesia. Otro estudio llevado a cabo por la institución Princeton and Swiss reportó que entre 1990 y el 2006, la expansión del 60% del aceite de palma ocurrió en detrimento de uno de los bosques lluviosos más importantes a nivel nacional. Esta ha sido una tragedia para la fauna, en especial para los orangutanes y también para los tigres. Además, ha desatado conflictos entre las comunidades de la localidad y las compañías industriales.
En Sumatra hay 10 millones de hectáreas dispuestas para las plantaciones de aceite de palma, y en Borneo la situación es muy similar. Esto ha tenido un gran impacto en la biodiversidad. Además, la deforestación causa la erosión de los suelos y, como la mayoría han sido desocupados con incendios, la contaminación por el humo también ha causado daños.
Los orangutanes hambrientos que son desplazados injustamente de sus hogares, son frecuentemente asesinados con métodos brutales como por ejemplo el consumo de pesticidas, esto ocurre cuando tratan de alimentarse de las plantaciones. El Establecimiento de Aceite de Palma Sustentable estableció voluntariamente algunas pautas para que la producción de esa sustancia sea más «verde», sin que esta arruine las zonas forestales o viole las normas de las comunidades.
Esta parece ser una mejora importante, pero siguen quedando dudas sobre cuánto pueda mejorar la situación a partir de esto. Los bosques continúan siendo quemados para liberar el suelo y usarlo para las plantaciones. Y las personas de las localidades que han protestado, han sido puestas en prisión por reclamar lo que les corresponde. La fauna, y especialmente los orangutanes podrían extinguirse a causa del problema de las plantaciones de aceite de palma. Se deben tomar medidas ambientales más contundentes para que esa maravillosa especie no siga siendo amenazada.
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