El reino animal no deja de sorprendernos con todas y cada una de sus especies, ellas a su manera, intentan sobrevivir en este complejo mundo.
Como es bien sabido, existe una gran variedad, unos domésticos, otros más salvajes pero todos juegan un papel importante en el equilibrio ecológico de nuestro ecosistema.
Hasta el animal más diminuto del planeta cumple una función vital.
Por supuesto, que todos y cada uno de ellos llaman nuestra atención de manera diferente, pero hay un pequeño animalito que sin duda, conquistará tu corazón de todas las formas posibles.
Se trata de los dik-diks, unos tímidos y huidizos animales que pasan la mayor parte del tiempo ocultándose entre los árboles.
Este animal fue descrito por primera vez por Günter en 1884.
Se encuentran entre los tipos de antílopes más pequeños del mundo, y son absolutamente adorables.
Habitan en zonas áridas de matorral denso de África oriental, como el Cuerno de África, Kenia y Tanzania.
Sus ojos y orejas grandes los hacen muy llamativos.
Se caracterizan por su suave pelaje, su cabeza color marrón rojizo, piernas y cola color gris-marrón a rojo-marrón. Sus partes inferiores son de color blanco.
Los dik-diks crecen hasta 70 centímetros de largo y pueden pesar hasta 7 kilos cuando alcanzan la edad adulta.
Su cola mide unos 35 a 55 centímetros de largo.
Por muy increíble que parezca, sus pezuñas tienen fondos muy similar a la goma, algo que los beneficia cuando recorren caminos bastantes rocosos.
Los machos se diferencia de las hembras por sus cuernos que pueden crecer hasta 11.4 centímetros. En ocasiones es difícil distinguirlos porque por el gran copete que tienen.
El periodo de gestación es de 5 a 6 meses, polo general, solo dan a luz una cría a la vez.
Al igual que otros pequeños antílopes son monógamos. Sin embargo hay algo que los hace aún más especiales. Marcan su territorio con estiércol y orina que depositan mediante una especie de ritual que también sirve para mantener unida a la pareja.
Esto no es tan tierno, pero si la otra manera en que también marcan que están presentes, incluso en los lugares más áridos.
A los 7 u 8 meses de nacidos son expulsados de su propio territorio.
Los dik-diks marcan su territorio usando las lágrimas. Un trabajo que se hace en equipo y es realmente conmovedor imaginarlo.
Algunas veces la pareja recibe ayuda de sus hijos, resulta hermoso imaginar toda una familia de pequeños dik-diks frotando sus lágrimas sobre ramas y troncos para mostrarles al resto dónde está su hogar.
Poseen glándulas preorbitales prominentes que es homóloga a la glándula lagrimal que se encuentra en los humanos.
A parte de su inusual forma de marcar territorio, los dik-diks tienden a correr en forma de zigzag cuando se sienten amenazados hacia el matorral más cercano. Logrando esconderse hasta que pasen desapercibidos.
Estos pequeños y adorables animalitos son únicos e interesantes, una especie digna de contemplar y admirar desde la distancia.
Todos amamos admirar a los animalitos en su esencia pura. Entonces comparte esta nota en tus redes y regala ternura a muchas personas.