Nuestros amigos peludos tienen un don muy especial que hace que todos podamos sentirnos afortunados de tener un cachorro cerca de nosotros, y así lo confirman quienes comparten con Shiloh, un adorable perro de terapia.
Shiloh es un Golden Retriever de 3 años, que parece darse cuenta de que ya tiene una placa de identificación oficial y un uniforme que lo acredita como el resto del personal del centro de salud.
Su trabajo, a través del programa Buckeye Paws, es apoyar a los médicos y enfermeras en las áreas de alto trauma del Centro Médico Wexner, de la Universidad Estatal de Ohio.
La madre de Shiloh, Mary Justice, es la administradora del hospital y cofundadora del programa con la directora de enfermería asociada Beth Steinberg.
“Mientras estábamos en clase comencé a hablar con Beth sobre las terapias con perros para pacientes del hospital, personas en hogares de ancianos, y niños en las escuelas”, dijo Mary.
Mary se le ocurrió esta iniciativa cuando sus dos perros jóvenes estaban entrenando para convertirse en animales de terapia.
«Y aunque eso es realmente gratificante, creo que hay muchos trabajadores del hospital que experimentan mucho estrés», agregó Mary.
Shiloh pasa tres días a la semana en el hospital con su madre, quien dice que él nació para ayudar a los demás.
«Shiloh tiene una gran capacidad para entender y leer a la gente. Son muchos los que aseguran que Shiloh sabe que han tenido un mal día, y realmente es así», dijo Mary.
El programa Buckeye Paws se inició a principios de marzo, pero se vio interrumpido de inmediato cuando los contagios por el virus comenzaron a aumentar.
Durante esta situación tan difícil el personal extrañaba mucho a los perros.
Afortunadamente, después de consultar con el decano de medicina veterinaria se reactivaron las visitas de los perros al hospital.
«Es una bendición estar cerca de un cachorro como Shiloh, es increíble», dijo
Actualmente tienen las precauciones para que todos estén a salvo. El personal puede solicitar una cita con Shiloh o con los otros perros del programa.
“Cuando los trajimos de regreso, fue como un suspiro de alivio para el personal de nuestras unidades. Prestamos especial atención a nuestro personal que se ocupa de la mayoría de los pacientes contagiados del virus”, agregó Mary.
Estos animales son una luz en medio de esta oscura crisis sanitaria.
“Tuve una interacción con una joven que corrió hacia Shiloh y lo abrazó mientras decía que lo necesitaba. Comencé a llorar, el impacto es simplemente inconmensurable», dijo Mary.
Cuando Shiloh está en el hospital se toma su trabajo muy en serio, pero una vez que se quita la etiqueta con su nombre y el arnés especial empieza a correr, a divertirse con sus juguetes. Al día siguiente, se despierta y lo vuelve a hacer.
Comparte la adorable historia de Shiloh, quien disfruta tanto sus visitas al hospital como jugar en casa. Es realmente un cachorro asombroso.