Su vida empezó a correr peligro cuando sus dueños pensaron que tenía una mordida de culebra. “Tenía una horrible infección en su pata”, dijo Scott Jordan, el dueño de Margaux. “Honestamente estábamos desconcertados. Pensamos que era una rara mordida de serpiente”
Entonces Jordan llevó a su poodle de nueve años a un especialista en Idaho. Un par de visitas después la familia de Margaux al fin obtuvo una respuesta: tiene una enfermedad llamada inflamación piogranulomatosa, se trata de un desorden en su sistema inmunológico.
“Empezó atacando varias partes de su cuerpo”, dijo Jordan. La pata de Margaux eventualmente iba a estar bien, pero la enfermedad se movería hacia parte de su cuerpo. “Hubo períodos en los que estaba perfectamente normal”. Pero de repente todo pasó de golpe…
La enfermedad empezó a atacar sus ojos y uno se puso particularmente grave. Tuvieron que tomar la decisión de removérselo. Luego de eso se enfermó del otro ojo y tuvieron que proceder de la misma manera. El día en que Margaux perdió su visión por completo, el veterinario determinó que también se había quedado sorda… Pobre chiquilla.
Afortunadamente su familia estaba completamente entregada y dedicada a su bienestar. La chica tenía hermanos (Chloe, Suzie y Rhonda) que seguro estarían muy felices de cuidar de ella. Literalmente la llevaban de paseo con su correa…
“Ellos son sensibles a sus necesidades”, dijo Jordan. “Cuando están ayudándola a caminar siendo sus ojos, de verdad están trabajando. Saben que deben hacer algo bien. Siento que Margaux se siente más cómoda siendo guiada por uno de ellos que por mí o por Laura”.
Efectivamente, la familia entera ha estado turnándose para hacer sentir segura a esta chica que no puede ver ni escuchar, pero seguro que sí puede sentir el amor que le dan. La verdad es que en esta imagen parece estar sonriendo…
“Lo que más amo de Margaux es su sonrisa”, dijo Jordan. “Alguien una vez escribió desde una perspectiva científica que solo los humanos pueden sonreír, pero viendo a mis poodles lo encuentro muy difícil de creer”.
“Quiero creer que pueden sonreír. Cuando ella está teniendo un mal día se ve claramente que no está sonriendo, en cambio cuando parece feliz allí hay una sonrisa de oreja a oreja”.
Si quieres seguir viendo las aventuras de Margaux y sus hermanos, puedes seguirlos aquí. Son muy afortunados de tenerse los unos a los otros, y de contar con una familia amorosa que les da el afecto que necesitan para ser felices 😀
Aquí tienes un video de Margaux donde nos demuestra lo feliz que es a pesar de todas sus limitaciones
I am so happy. Watch me
Publiée par YAY Margaux sur Dimanche 24 juin 2018
Te invito a compartir esta conmovedora historia con tus seres queridos. No importa la condición de nuestros peludos, cuando hay amor no hay nada imposible para hacerlos felices.