Lo mejor que le puede pasar a un gatito vagabundo y enfermo, es encontrarse con una persona de buen corazón.
No importa cuán grave esté, este sencillo gesto ya puede convertirse en el boleto para una segunda oportunidad en la vida.
Souris estaba falta de peso y sus lesiones indicaban que había sido víctima de un ave de rapiña
Eso fue precisamente lo que ocurrió con una pequeña gatita que estaba sola en un barrio de Montreal, Canadá. La persona que la rescató, notó que uno de sus ojos estaba en muy mal estado.
La pequeña fue llevada a un refugio local, donde estimaron que tenía entre 3 y 4 semanas de edad, con un peso de solo 180 gramos, la mitad del tamaño para un gato de su tiempo.
Había mucho trabajo por hacer para salvar la vida de esta pequeña
Ella era muy pequeña y subdesarrollada. El veterinario determinó que sus lesiones probablemente fueron causadas por un ave depredadora. El refugio contactó a Chatons Orphelins Montréal con la esperanza de conseguirle a la gatita la atención que necesitaba.
Jessica, una voluntaria, decidió hacerse cargo del caso y tras recibir a la gatita en casa, le animó mucho ver que la pobrecita no había perdido nada de apetito. Pronto la bautizaron como Souris y comenzaron a trabajar en el peso que no había ganado en su primer mes de vida.
Aunque diminuta para su edad, Souris no estaba dispuesta a rendirse
Souris tuvo mucha suerte de haber sobrevivido a todas las lesiones. Comenzó a tomar antibióticos y finalmente estaba avanzando hacia una vida considerablemente mejor.
En solo unos pocos días, la gatita pudo sostenerse sobre sus propias patas y comenzó a explorar todos los rincones.
Como muchos otros gatos similares, Souris ha manifestado ser muy amorosa, siguiendo a Jessica por toda la casa y demostrándole, en cada nueva oportunidad, todo el amor y el agradecimiento que alberga hacia ella.
Aunque perdió uno de sus ojos, Souris no parece echarlo de menos en absoluto. Todas las lesiones que sufrió después de que un ave tratara de aprovecharse de ella como presa, quedaron superadas y ahora esta chiquilla solo transmite belleza y dulzura.
Atrás quedaron los días de hambre, frío y miedo para esta gatita
Es valiente, aunque un poco torpe, lo que además la hace más encantadora. Ella ha continuado creciendo, aunque la desnutrición que alcanzó durante su primer mes de vida ha afectado su desarrollo, por lo que Souris muy probablemente sea una mascota mediana por el resto de su vida.
A Jessica le importa muy poco cuán grande o pequeña sea, siempre y cuando esté sana y feliz. Lo que le falta en tamaño, le sobra en personalidad y esto es un hecho más que comprobado.
Souris pronto estará lista para encaminarse a su hogar definitivo
Comparte esta linda aventura y demuestra a otros cómo la generosidad y la voluntad de vivir puede salvar la vida de una mascota en las calles.