Lamentablemente en muchos casos, cuando alguien escucha que un gatito tiene algún problema de salud su primera reacción es simplemente desentenderse de él. Muchos peluditos quedan a su suerte porque sus dueños no quieren hacerse cargo de sus tratamientos o los ven como si se fuesen defectos imperdonables.
Afortunadamente, muchos rescatistas y voluntarios se encargan de brindar una segunda oportunidad a animales como Lisa y Bart. Estos lindos gatitos fueron rescatados de un establo para caballos gracias a una llamada telefónica.
Un vecino sospechó que en el lugar había animales que estaban recibiendo tratos injustos y cuando los rescatistas llegaron a la zona se encontraron con nada menos que dos gatitos recién nacidos. Un gatito negro recibió el nombre de Bart y su hermanita con el pelaje de rayitas fue bautizada como Lisa.
Ambos habían nacido con el Síndrome de Manx. Esto significaba que no tenían cola y sufrían una serie de defectos en su columna.
Sin embargo, el caso de Lisa era mucho más grave que el de su hermano. Sus patitas delanteras se encontraban “dobladas” y esto hacía que dar un par de pasos resultase una tarea realmente difícil para ella.
“Es muy juguetona y feliz. Es perfectamente imperfecta. Puede que tenga algunos problemas, pero ella quiere llevar la vida de cualquier gatito”, dijo Anna, la rescatista.
El equipo médico decidió que haría todo por ayudarla, pero no podían imaginar toda la fuerza y determinación que esta minina tenía dentro de sí.
Después de una semana recibiendo una alimentación saludable y completa, Lisa comenzó a retomar algo de fuerzas en sus patitas y hasta comenzó a caminar mucho antes de lo que cualquiera hubiese imaginado.
Era muy curiosa y se dirigía con mucha determinación hasta todas las esquinas de la casa para averiguar qué estaba sucediendo. Incluso se las ingeniaba para subir hasta la ventana y dar un buen vistazo al mundo exterior.
Los rescatistas le enseñaron a valerse de una rampa para llegar con más facilidad hasta la camita y poco a poco comprendieron que esta gatita sobrepasaría cualquier obstáculo.
“Hemos hecho algunas modificaciones en la casa para que ella y su hermano puedan moverse con mayor facilidad”, dijo Anna, quien cuida a los gatitos de manera temporal.
Meses después, Lisa ya estaba lista para recibir una operación que la ayudaría a corregir la posición de sus patitas delanteras. Se portó de maravilla cada vez que fue al veterinario y nunca demostró tener miedo alguno.
Lisa es una determinada gatita que ha logrado sobrevivir en contra de los peores pronósticos. Ella y su hermano se encuentran cada vez mejor y pronto comenzarán a buscar un hogar definitivo en donde los ayuden a seguir creciendo felices y fuertes.
Nunca te cierres a la posibilidad de adoptar a una mascota con condiciones especiales. Muchas veces son ellos que tienen muchísimo que enseñarnos. ¡Comparte!