Un pobre perro callejero se había convertido en un canino anciano muy gruñón por culpa del abandono y el desprecio. Fue encontrado luchando por vivir con apenas 2 dientes. Pero gracias al amor, su vida cambió para siempre.
Al llegar a la vejez muchas criaturas deciden tirarse al abandono y más si su vida se ha tratado de un cúmulo de malas experiencias y malos tratos.
Nada mejor puede esperar un perrito callejero que durante años ha vivido desprotegido y de la poca caridad que encuentra en algunas personas, tal como le ha ocurrido al ancianito gruñón llamado Saverio.
Tras 13 años de vejaciones el perro por fin encontró una oportunidad.
Cuando Saverio creyó que su vida no tenía ningún otro camino y que estaba condenado a pasar sus últimos días entre el frío y la desolación, este peludo de Campobasso (Italia) fue bendecido.
La posibilidad de ser amado por primera vez llegó a Saverio de la mano de los voluntarios de un refugio que decidieron sacarlo de las calles.
Conmovidos con su estado y su evidente vejez, estas personas no estaban dispuestas a dejarlo solito a pesar de que el peludo les demostró su cara más dura.
La criatura se había convertido en un fanfarrón.
En principio el can no confiaba en sus rescatistas, los tragos amargos que atravesó en la calle y los achaques de su edad habían hecho de él un perrito gruñón.
Sin embargo, detrás de su mala cara y sus amenazantes ruidos había un ser lleno de luz y un gran corazón.
Cuando Saverio fue descubierto su dentadura estaba destrozada. El pobre animal sobrevivía con apenas dos dientitos, uno arriba y otro abajo.
Aun así el luchaba por alimentarse de las sobritas que hallaba en la calle.
Los rescatistas ni si quiera se explicaban cómo había podido comer en esas condiciones y mucho menos sabían qué había sucedido con sus otras cuarenta piezas dentales.
Frente a su situación, los buenos samaritanos enamoraron a Saverio a punta de salchichas. Para un animal sin diente y que hace mucho tiempo no sabía qué era comer en un tazón, esas piezas de embutido le sabían a gloria.
El anciano Saverio disfrutó del banquete y cooperó con sus salvadores.
Una vez en el refugio, todos sabían que encontrarle un hogar a este amiguito era algo urgente y quizás difícil. Por su avanzada edad era imposible pronosticar cuánto tiempo más le queda a este abuelito pero lo mejor era que lograra conocer el verdadero amor de una familia.
Afortunadamente lo logró.
Tras una ardua campaña la nueva mamita del peludo apareció: se trataba de Katia Micati. Está mujer fue al lugar con la intención de adoptar a una pequeña Yorkshire que había en el lugar pero cuando conoció a Saverio se enamoró.
La mujer no podía decidir entre uno y otro, ya que con ambos animalitos había conectado. Por ese motivo la amorosa Katie decidió convertirse en la mamá de ambos peludos.
Los dos lograron dejar el refugio.
Una vez instalados en su nueva casa los perritos también conectaron y ahora Katie está contenta con ambos pero especialmente con Saverio a quien considera un ser muy inteligente.
“Es muy inteligente y tiene una mirada muy comunicativa. Por la noche logra abrir la cabina que pongo en la habitación para colarse en mi cama y me mira con un velo de melancolía, como si de vez en cuando pensara en su pasado y en todo lo vivido”, relató la mujer.
Después de una larga espera y tanto sufrimiento este amiguito logró conocer el verdadero amor y ahora pasa sus días al lado de su pequeña familia. Sin duda, nunca es tarde para ser feliz y la labor de estos rescatistas fue clave para que Saverio lograra salir de las calles, a ellos simplemente ¡gracias!
Los milagros ocurren hasta en el último minuto y este peludo ha visto el suyo hecho una realidad. Su historia nos demuestra que incluso en los casos imposibles no debemos perder la fe.