Es lamentable que existan animales que no tengan un hogar donde llegar, pero por fortuna existen personas que parecen ángeles en la tierra y tienen un gran corazón lleno de amor por nuestros inocentes animalitos.
Kēnya, una peluquera de Denver, Colorado, es uno de esos ángeles que aman a los animales. Ella rescató a un gatito de la calle y trató de encontrarle un hogar, pero al parecer este adorable gatito ya tenía un plan propio.
Hace un par de semanas uno de los clientes habituales de Kēnya se encontró al pequeño felino, y a pesar de que era alérgico a los gatos no pudo dejarlo en la calle. Lo recogió y se lo llevó a Kēnya en busca de ayuda.
«Me preguntó si sabía dónde podría llevar un gatito que había encontrado en su patio», dijo Kēnya.
Ella comenzó a hacer algunas llamadas y a buscar en línea para ver si a alguien le faltaba un gato.
«Incluso conduje varias veces por el área donde el cliente lo encontró para ver si había alguna notificación sobre el extravío de un gato».
Pero nadie reclamó el gatito, y tampoco tenía collar ni microchip.
«Lo llevé a casa esa noche y le dije a mi familia que solo se quedaría a pasar la noche», dijo Kēnya.
El pequeño gato estuvo muy a gusto en la casa, se acurrucó con todos, sin importar si eran humanos como los amigos peludos.
«Todos en la casa se enamoraron de él, pero el amor más dulce fue el de nuestro cachorro llamado Edward «, dijo Kēnya.
El día siguiente decidieron llevarlo a un grupo de rescate con la esperanza de encontrarle un buen hogar. Pero el pequeño felino sorprendió a todos con el plan que ya tenía.
El gatito y Edward se conectaron de manera inmediata. El gato se acercó a Edward sin miedo y comenzaron a abrazarse. Sin lugar a duda, fue amor a primera vista.
«Actuaron como si fueran hermanos perdidos hace mucho tiempo e inmediatamente comenzaron a jugar y acurrucarse. Solo querían estar juntos», dijo Kēnya.
En cambio, el gato mayor de la casa no mostró mucho interés, era evidente que se sentía diferente con este pequeño recién llegado. Sin embargo, después asumió el rol de hermano mayor.
A pesar del poco tiempo habían creado un vínculo muy especial y tras ver este escenario lleno de amor sincero Kēnya no pudo separarlos.
«Después de un par de semanas todavía busco publicaciones, pero no encontré nada», dijo Kēnya.
Finalmente, la hija de Kēnya le puso al gatito el nombre de Popsicle, y lo convirtieron en un miembro más de la familia. Puedes seguir a Popsicle en Instagram @bb_pangur_ban.
Pareciera que este pequeño ya sabía que había encontrado a su nuevo hogar cuando se encontraron ese día.
Comparte esta emotiva historia con tus amigos y familiares. Nunca sabemos cuándo podemos encontrar al verdadero amor.