Una perrita sin hogar no dudó en desaprovechar la única oportunidad que tenía en la vida para salvarse. Hoy te traemos esta preciosa historia de buena y suerte y compasión que nos enamora al equipo de Zoorprendente. Cuando vio la puerta de un auto abierta saltó adentro de inmediato, la reacción del conductor conmueve a todos los amantes de los animales.
Seguramente te haya pasado que mientras viajas puedes encontrarte son las sorpresas más diversas; quizás no todas te causen impacto, pero sí habrán otras que te cambian la vida. Así le pasó a Bill, un hombre que después de ir de pesca en Arkansas, regresó a casa tras un largo viaje en carretera.
El hombre decidió hacer una corta parada para refrescarse e ir al baño; como no tardaría mucho dejó la puerta del auto abierta, pero al regresar se encontró con una tremenda sorpresa.
Cómodamente, la perrita ocupó el asiento delantero del pasajero.
Una perrita abandonada en penosas condiciones de desnutrición ocupaba todo el puesto delantero del copiloto. Este indefenso animal no era más que un bulto de huesos y piel desgarrada. Ante esta sorprendente escena, Bill le dio unas tortitas de cereal, que era lo único que tenía.
Bill decidió ayudar a la perrita y emprender el viaje a casa con ella.
El pobre animal parecía tan necesitado que aunque no tuviera ánimo ni para ladrar, el estado en el que se encontraba habló por la pequeña perrita.
Sin pensarlo, Bill supo que estuvo buscando por mucho tiempo un lugar donde pudiera descansar. Así que decidió que él debía hacer algo. Aparte de pescar, Bill ayuda algunos animales callejeros y los convierte en excelentes mascotas del hogar. Así que antes de llegar a casa, le envió un mensaje a su esposa avisándole que llegaría con un integrante más.
La familia de Bill crece y crece con los peludos caninos.
Angela Shaver es la esposa de Bill, fue ella quien bautizó a la indefensa perrita como River, por el lugar donde fue encontrada. Angela, junto con su hijo y las otras mascotas que tienen en casa, recibieron a los viajeros con toda la disposición de ayudar.
Sin embargo, a la tímida perrita le costó salir del auto, posiblemente porque era uno de los pocos lugares en el que podía sentirse cómoda. Así que Bill la ayudó a salir y la presentó a los otros perros para que no se sintiera intimidada.
Los brillantes ojos de River de manera tímida agradecían por la ayuda que recibía.
River se encontraba en condiciones críticas, sino recibía ayuda médica de inmediato las posibilidades de vivir eran casi nulas.
«Una vez que todos decidieron que ella estaba bien, él [Bill] la llevó a bañarse. Estaba cubierta de barro, sangre y garrapatas. Después de que se secó y se retiraron algunas garrapatas, consiguió una buena comida. Bill le hizo una cama en el suelo de nuestra habitación al lado del calentador. Ella durmió allí toda la noche»
Después de bañarla la llevaron al veterinario, donde le encontraron cientos de lombrices y graves lesiones en el cuello causadas posiblemente por peleas callejeras. Aunque a River parecía incomodarle que la revisaran, se mantuvo tranquila y dulce.
Cuando vas a recibir amor solo queda ser receptivo.
Después de mucho, las lesiones físicas de River sanaron por completo, poco a poco se fue integrando con las otras mascotas. La familia ya tenía tres perros y dos gatos y todos fueron rescatados por la pareja. Fue emocionante ver cómo la amistad empezó a fluir paulatinamente entre los peludos del hogar.
“Ella corre en el patio con Winston, se sienta a comer galletas con Ginger y acapara la cama con Butters, el gato estuvo muy disgustado durante los primeros días, pero finalmente está cediendo”, dijo la esposa de Bill.
River al subir al auto no sabía qué pasaría con ella, pero se encontró con un ángel que la ayudó y le dio tanto amor que solapó las cicatrices del pasado. Qué maravilla que todavía existan personas como Bill. ¡Sin duda, un ejemplo a seguir!
Juntos podemos crear mayor conciencia y cuando está en nuestras manos, ofrecer un techo a los perritos abandonados.