Se dice que un gato no puede entablar una amistad con un ratón, que ambos son enemigos irreconciliables. Pues bien, la Madre Naturaleza y los animales siempre tienen lecciones para darnos y derribar todos estos mitos. Tal es el caso de un feliz michi que, en vez de cazador, se convirtió en mejor amigo de su presa.
Este gato resultó un asiduo amigo de los ratones
En el mundo animal todo es posible. Para empezar, estamos llenos de prejuicios y estereotipos. Es cierto que, en general, a los gatos les atraen los roedores y conservan bastante afilado el instinto de atraparlos, pero, este no es el caso.
Para muestra, la historia de Simón, un gato juguetón y muy noble residente en Punta Arenas, Chile. Comenzó a escuchar ruidos en la cocina del hogar donde vive. Aquellos sonidos, aunque débiles, lo tenían bastante preocupado.
Pero, Simón no era un gato tonto, él sabía por instinto que el intruso no era más que un ratón. No obstante, sorprendentemente, en lugar de perseguirlo hasta atraparlo decidió darle un cálida bienvenida y entabló una gran amistad con él.
“No sabíamos de qué se trataba. Habíamos visto jugar a Simón con algo debajo de un sillón en una oportunidad, pero no le dimos demasiada importancia”, dijo Benjamín, joven cuidador y responsable del felino.
Una mañana, mientras Benjamín se dirigía a la cocina de su casa se encontró con una escena por demás insólita. Cuál no sería su sorpresa cuando, a un lado del tazón de agua de Simón, un ratón saciaba su sed despreocupado y seguro.
Pero, lo más asombroso de toda la situación es que el gato no parecía inmutarse ante la presencia de aquel advenedizo roedor. Es más, parecía estar naciendo una hermosa amistad entre ambos.
El pequeño Simón dejó atrás su naturaleza de cazador pues su nobleza y candor pudieron más que cualquier instinto. Se trató de una escena como pocas, de una lección de tolerancia y de amistad sin fronteras más para aprender y emular.
Su amor y nobleza es más grande que cualquier cliché
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“Parecía que se conocieran de toda la vida. Simón fue muy cariñoso con el roedor. Decidí guardar el momento en video pues pensé que nadie me creería”, agregó Benjamín.
Como es natural, el padre humano de Simón se encontraba confundido y bastante desconcertado luego de lo que acababa de ver. Sin embargo, este ejemplo de amistad lo hizo reflexionar y se contagió del gesto de su dulce peludo.
“No fui capaz de tocar o hacerle daño al ratón. Más bien tomé el ejemplo de Simón y lo dejé quedarse. Lo llamé Chefcito”, añadió el joven.
Luego de aquel instante, Benjamín procedió a tomar al ratoncito en sus manos con mucho cuidado y lo sacó de la casa. Sin embargo, el animalito amante del queso pareció sentirse muy a gusto y no tenía intenciones de dejar solo a su amigo.
Según cuenta Benjamín, el singular y afable ratón se ha convertido en un asiduo visitante de su querido gato y le demuestra su gran amistad casi todos los días. Por su parte, Simón es el animal más sociable del mundo y lo espera con amor.
Chefcito, como fue bautizado el ratón, no cesa de llegar a los predios de la casa de su camarada gatuno. Por lo tanto, de seguro, a Benjamín no le quedará otra opción más que adoptarlo como un miembro más de su familia.
Y es que, definitivamente, una vez más queda demostrada la manera cómo incide la vida moderna, incluso en un gato y un ratón. Su conversión en animales de compañía ha supuesto muchos cambios en su vida diaria.
Nadie puede creer su insólita amistad
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Eso significa que, en algunos ejemplares, ese instinto primario puede estar dormido, más aún si, además, el gato está esterilizado. Por lo tanto, no debes preocuparte en lo absoluto. Deberíamos copiar a Simón su despreocupada vida, ser más felices y empáticos con todos los que nos rodean.
Al fin y al cabo, el llamado más fuerte que tendrá hoy en día este gatito es la necesidad de estar siempre cerca de sus seres queridos, incluso si se trata de un diminuto ratón.