Empleados de una gasolinera ven cómo atropellan a un perrito e intervienen de inmediato

La vida en la calle representa una exposición constante para cualquier criatura que no sólo debe soportar hambre y los cambios climáticos, sino la hostilidad de las personas con las que se cruzan en su camino. Todo resulta aún peor cuando hablamos de animalitos indefensos quienes parecen importar muy poco para algunas personas.

Es bastante común saber de perritos atropellados que son dejados en medio de la carretera como si su vida no importara. Y un episodio de este tipo es el que le tocó vivir a El Chapo, pero a diferencia de muchos su historia ha tenido un final feliz.

Este amiguito corrió con mucha suerte.

El Chapo es el nuevo integrante de la nómina de empleados en una gasolinera ubicada en CuliacánSinaloaMéxico. Pero antes de llegar a conseguir el empleo era un perrito callejero y sin futuro.

Un conductor irresponsable lo arrolló sin siquiera detenerse a auxiliarlo, y un grupo de trabajadores de la estación de servicio se percató del hecho.

Los empleados sintieron pena por el animal que gritaba del dolor e intervinieron.

Hace poco más de 6 meses que Josué Gutiérrez y otros trabajadores de la gasolinera rescataron a El Chapo, no sólo lo cuidaron hasta que se curó de sus lesiones sino que le han brindado un nuevo hogar.

“El Chapo llegó por sí solo, cruzó la carretera, el bulevar José Limón, y tuvo un pequeño accidente. En cuanto lo vimos que estaba un poco malito lo adoptamos y le empezamos a dar medicamentos, alimentos para que se recuperara. Después se compuso, se alivianó y aquí anda, ya es un compañero más para nosotros”, comentó Gutiérrez.

Los clientes de la estación Smartgas se sorprenden al llegar al lugar y ser recibidos por un peludito muy apuesto que se ha convertido en el mejor empleado de todos.

El Chapo atiende con mucha amabilidad a los visitantes y les acompaña mientras esperan su turno para ser atendidos. Este perrito mimado se pasea por la estación con su uniforme y su debido gafete que lo identifica como parte del personal.

Todos en el lugar ya conocen su historia.

La alimentación de EL Chapo y sus gastos médicos corren por cuenta de todos sus compañeros de trabajo pero incluso algunos clientes se solidarizan y hacen algunos aportes.

“Aquí entre nosotros mismos nos apoyamos, es algo voluntario por parte nuestra, pero también hay clientes que lo ven por primera vez y después regresan, traen comida, mantas u otras cosas con él, la gente se ha portado muy, muy bien”, dijo Gutiérrez.


Las oficinas del lugar se han convertido en su hogar y de noche El Chapo puede dormir calientito y seguro gracias al buen corazón de sus compañeros de trabajo que decidieron rescatarlo. No cabe duda de que son los pequeños gestos los que hacen la diferencia y que en la unión está la fuerza. 

Todos podemos hacer algo por salvar la vida de un necesitado y la acción de estos empleados así lo demuestran, comparte esta historia y enséñales a tus amigos este hermoso ejemplo de solidaridad.

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