Cuando de animales de granja se trata, a veces la situación puede salirse de control, debemos recordar que aunque son animales que con el tiempo han sido domesticados y pueden ser muy nobles, siguen siendo animales que por instinto se pueden comportar de manera salvaje. Algo los puede asustar y simplemente pierden el rumbo. En el caso de los caballos, son animales muy inteligentes, pero si algo los hace sentirse amenazados, pueden actuar de manera exagerada y causar daños o dañarse a sí mismos.
Recientemente hubo un inconveniente con un par de amigos equinos, donde su bienestar estuvo en riesgo.
Afortunadamente, su propietaria Roisin Tallbott inmediatamente solicitó ayuda y un grupo de rescate no dudó en acudir a la granja para hacer todo lo posible en ayudar hasta que los caballos estuvieran a salvo.
Esto ocurrió en Factory Lane, Duntish, cerca de Sherborne, al noreste de Dorset, Inglaterra.
Roisin se cercioraba todas las mañanas de que sus animales se encontraran bien, a pesar de que tiene una pequeña hija de meses que atender. Entre ellos, sus caballos Elvis y Alfie se encontraban pastando tranquilamente, pero de pronto algo ocurrió que hizo a Elvis correr hasta la parte de atrás de los arbustos.
En su carrera no se percató que había una piscina, tal vez el moho que había en el agua lo hizo confundirse y cayó.
Detrás de él venía su amigo, que por instinto lo siguió e intentando mantenerse junto a él, terminó cayendo también en el agua. Roisin se percató de lo que estaba ocurriendo y asustada corrió para intentar ayudarlos. Llamó a los bomberos de Dorset, quienes atendieron positivamente al llamado.
Sin embargo, mientras ellos llegaban, Roisin ató una cuerda a sus cuellos y los dirigió hasta el lado con menor profundidad de la piscina.
Ganando tiempo y calmando a los animales, para cuando los bomberos llegaron, ya había adelantado parte del trabajo. Llegaron a la granja 15 miembros de los grupos de rescate para ayudar a Elvis y Alfie. Entre ellos, el veterinario Peter Sclater, de Sclater Equine Horse Vet.
Peter sedó a los caballos para hacer el trabajo más sencillo
Ambos se encontraban muy agitados, especialmente Elvis quien es el más alocado de los dos.
A continuación, con un poco de heno lograron que se mantuvieran completamente en el borde de la piscina. Así, podrían atarlos con arneses y un sistema de poleas que les permitiría elevarlos con facilidad.
En cuanto la sedación hiciera efecto, el trabajo sería mucho más sencillo.
Abrieron un camino entre los matorrales y tirando de las cuerdas y poleas, fueron levantando a los animales hasta sacarlos completamente del lugar donde se encontraban atrapados. Los caballos finalmente fueron llevados al campo donde se están recuperando muy bien del evento traumático.
“Estoy completamente agradecida, aún siento ganas de llorar de lo asustada que estoy”, manifestó la propietaria.
Afortunadamente, gracias a la rapidez de la mujer y la experiencia de los grupos de rescate, la operación fue exitosa. No hubo nada que lamentar y aunque los animales estarán un poco agitados y demorarán algunos días en recuperarse, están completamente sanos y no presentaron lesiones importantes. Esperamos que no tengan que volver a pasar por situaciones similares y tomen precauciones con esa vieja piscina.
No olvides compartir el impecable trabajo del grupo de bomberos y rescatistas que le dieron un final feliz a la historia de Elvis y Alfie.