Cuando una persona adopta a algún animalito se compromete a cuidarlo y quererlo para toda la vida. En ocasiones esta responsabilidad se les olvida a los humanos pero no a la criatura, que agradecerá para siempre todo lo que su humano hizo por ella.
Podrán pasar décadas pero el amor recibido queda siempre en la memoria de los animales más leales y un elefante ha dado el mayor ejemplo de todos.
El pobre animal acudió al funeral del hombre que lo cuidó por 25 años.
Este hermoso ejemplo de amistad nos llega desde el estado de Kerala en la India, donde la conexión de un hombre y su elefante traspasó todas las barreras.
Se trata Brahmadathan, un paquidermo adulto que caminó más de 25km para llegar sorpresivamente al funeral de su cuidador.
Se negaba a dejarlo ir.
Damodaran Nair murió a causa de un cáncer y en los últimos 60 años se había dedicado a ser “mahout“, es decir, un entrenador de elefantes. Fue en las faenas de su oficio que aprendió a ganarse el cariño de tan hermosas criaturas.
Pero su ejemplar más preciado era por mucho Brahmadathan.
El elefante llegó a brazos del hombre como un regalo de sus hijos Manoj y Rajesh Pallattu y desde un principio se volvió parte de la familia.
Los jóvenes entendieron que el lazo entre la criatura y su padre era inquebrantable, pues lo amaba como a un hijo más.
En nombre de esos años de amistad que compartieron, Manoj decidió que Brahmadathan hiciera parte del sepelio de su padre. Esa sería la última oportunidad que el elefante tendría para despedirse y no querían desaprovecharla.
“Era el último deseo de mi padre: ver a su elefante favorito. Y lo cumplimos hoy, en el funeral”, comentó uno de los hijos de Damodaran.
En una grabación compartida en redes sociales se ve el emotivo momento en que Brahmadathan llega al funeral del hombre que lo cuidó por años.
En medio de los gritos y el llanto de los familiares, el elefante se aproximó hasta estar frente al cuerpo del difunto.
Ese fue el último encuentro entre los grandes amigos.
Parecía que Brahmadathan entendía muy bien lo que sucedía y levantó su trompa un par de veces en señal de respeto por el fallecido.
Sin duda que la curiosa grabación sorprendió a todos en las redes y más para aquellos de diferentes culturas.
Por increíble que parezca este elefante amó a su entrenador que, pese ese a los malos ratos que pudo haber pasado como una criatura utilizada también para el entretenimiento, lo que prevalece en el corazón de Brahamadathan son los recuerdos amables de quien lo amó y cuidó por años.
Al menos sus hijos hicieron posible la despedida y desde el cielo seguro el mahout agradeció ver allí a su leal compañero.
Los animales siempre agradecen a quienes los han amado y este elefante es prueba de ello. Antes de irte comparte la historia de este singular funeral.