La elefante de esta historia sabía exactamente qué hacer y donde ir cuando estuviera en problemas. Y cuando estuvo en apuros, no dudó en ir en busca de la ayuda que necesitaba.
Makireti fue rescatada en el verano de 2010. En ese momento la pequeña elefante fue encontrada deambulando cerca de una granja en Kenya, a pocos kilómetros del Parque Nacional Tsavo. Estaba muy flaca y sola, sin su madre o alguien que la cuidara, lo que era muy grave porque aún estaba en su etapa lactante.
La pequeña fue encontrada por David Sheldrick Wildlife Trust (DSWT) y llevada a la guardería que la fundación tiene en Nairobi. Al principio estaba aterrada, pero se calmó en el mismo momento en que comenzó a tomar la leche que le dieron.
Pero Makireti creció, comenzó a comer y se vinculó con los demás elefantes huérfanos de la guardería. Con el cuidado del personal de DSWT empezó a integrarse al mundo y a la naturaleza, pero nunca olvidó esta experiencia que le salvó la vida.
Pasaron los años y hace algunas semanas Makireti volvió al refugio de Tsavo, pero esta vez con una flecha envenenada clavada en su lomo.
Makireti sólo tiene un colmillo, el otro nunca le creció, por lo que no es una presa muy cotizada por los cazadores furtivos, pero aparentemente alguien pensó que su pequeño colmillo era lo suficientemente interesante para matarla.
Esta es Makireti con la herida en su costado llegando al refugio.
Esta es la herida que tenía la elefanta, causada por una flecha.
La llegada de la elefanta causó un gran revuelo y varios de los elefantes del refugio se congregaron a su lado “Cuando llegó el Dr. Poghon a analizarla, algunos de sus ex compañeros huérfanos se habían marchado, dejando a Kilabasi y a Kibo cuidando a Makireti” cuentan el el blog del refugio.
Como la joven estaba bajo los efectos del sedante que le suministraron para curarla, había quedado tirado en el piso, y uno de los elefantes se quedó junto a ella, viendo cómo era atendida, atento a los cuidados que recibía su amiga.
Kibo junto a Makireti minutos después de que el tranquilizante le hiciera efecto.
El equipo de veterinarios pudo trabajar sin problemas y atender a la elefanta.
“Kibo se mantuvo a su lado durante todo el tratamiento, tocándola con su trompa y tocándola suavemente con su pie, tratando de despertarla, pero sin molestar ni al equipo ni a ella, entendiendo que estaba siendo ayudada”.
Por suerte, la flecha que hirió a la elefante no logró penetrar en su pecho, y una vez que fue removida y Makireti se despertó, decidió permanecer cerca de sus amigos Kibo y Kilabasi en el refugio, en lugar de irse y recorrer el parque, quizás en agradecimiento por haber estado con ella cuando lo necesitaba.
Su amigo estuvo cuidándola durante todo el tratamiento.
Suavemente la tocaba con su trompa y pata.
Esta es la clecha que tenía la elefanta clavada en su lomo.
“Su herida está curando muy bien, gracias al tratamiento que recibió a tiempo, y Makireti estará muy bien” aseguran desde DSWT.
¡Es increíble cómo la elefanta supo a quién acudir para recibir ayuda y cómo sus amigos se quedaron con ella!
Si quieres ayudar a DSWT a continuar con su excelente trabajo con los elefantes, puedes hacer una donación ingresando a este link.
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