Los animales no merecen el trato que muchos humanos les dan, por eso saber del rescate de este elefante nos llena el corazón de gozo y alegría. Su nombre es Raju y después de vivir más de 50 años en las peores condiciones vuelve a respirar tranquilo, gracias a una fundación que decidió hacer algo por salvarlo.
El elefante no pudo contener sus lágrimas y lloró al ver a sus rescatistas.
El paquidermo fue capturado por cazadores furtivos cuando era pequeño y desde entonces había pasado por diferentes dueños a través de la venta ilegal.
Por desgracia, ninguna de esas personas se resignaron a atenderlo adecuadamente, sino que sumado a la pena de vivir en cautiverio, el pobre elefante fue sometido a las más penosas condiciones.
El animalito era conocido por su nobleza entre los locales.
Esta criatura experimentó la misma tragedia que viven miles de elefantes explotados en el mundo. Pero su agonía culminó cuando la organización Wildlife SOS, con sede en Londres, ganó el pleito legal para salvarlo de las manos de su último dueño.
Lo más emotivo de esta historia fue el hecho de que durante su rescate Raju comenzó a llorar.
El elefante se encontraba en muy malas condiciones con grilletes en sus patas que lo lastimaban, pero además estaba bastante delgado.
La criatura sobrevivía gracias a la generosidad de algunos turistas que lo alimentaban pero cuando eso no sucedía se veía en la obligación de comer lo que encontrase; aunque eso fuese tan tóxico como los botes de plástico.
Después de pasar tanto trabajo era evidente que se emocionara al ver a sus rescatistas.
Tras un año de lucha legal y con el permiso listo, los voluntarios de la organización llevaron a cabo la operación de rescate en horas de la madrugada. Todo estaba fríamente calculado para que resultase exitosa la operación, pero nadie supuso cuál sería la reacción del elefante.
Su libertad estaba cerca.
Pooja Binepal, quien participó en el operativo, aseguró que nunca antes había visto a un elefante llorar.
“El equipo estaba impresionado al ver cómo las lágrimas no paraban de caer por la cara de Raju durante su rescate. Sabíamos en nuestros corazones que se dio cuenta de que estaba siendo liberado”, dijo Binepal.
Para los rescatistas, esa era la primera vez que presenciaban una escena de ese tipo. La operación llevó más tiempo de lo que se pensaba debido a las cadenas tipo espinas con las que se mantenía sujeto al animal, pero mientras ellos trabajaban Raju no paraba de llorar. Esa situación los conmovió a todos e impulsó para sacarlo lo más pronto de ese horrible lugar.
Mientras esto sucedía, el dueño del elefante amenazaba y luchaba por impedir el rescate.
Este animalito tuvo por fin la liberación que merecía por años, nunca debió se apartado del lado de su madre, pero ahora podrá vivir en un lugar mejor.
El elefante fue trasladado al Centro de Conservación de elefantes de en Mathura. Llegó al lugar a medianoche, después de un viaje en compañía de los veterinarios y trabajadores que lo rescataron.
En el sitio lo estaban esperando siete elefantes más que encontraron una mejor vida en ese centro.
Ahora este amigo no tendrá que aguantar más hambre y mucho menos los malos tratos y vejaciones que cometieron durante años las personas que tuvieron sus cuidados.
Raju será protegido por personal capacitado y contará con espacio suficiente para andar con libertad e igual que disfrutará de una dieta indicada.
Aunque todos los animales deberían vivir en sus hábitats, el mal que le hicieron a este elefante ya no se puede enmendar y dejarlo solo en un ambiente salvaje podría ser igual a condenarlo. Raju no tiene las mismas habilidades que sus parientes y sería presa fácil para cualquiera, pero tras su dolor y lágrimas solo le aguarda una vida mejor en el santuario.
El hombre ha lastimado a tantos animales que los esfuerzos por salvarlos son poco ante toda la necesidad que existe, pero escenas como la de este rescate nos inspiran a seguir luchando por ellos.