Tras haberle dedicado muchas historias a los dos mamíferos domésticos por excelencia, como son los canes y los mininos, no queremos dejar pasar la ocasión de homenajear también a los elefantes, que no por grandes son menos entrañables y que, como veremos a continuación, también han sido protagonistas de curiosas situaciones.
A través de las redes sociales hemos podido ver una foto que se ha viralizado en todas las plataformas digitales, se ha robado el corazón y causado mucha hilaridad a miles de usuarios.
En las imágenes se observa a un paquidermo bebé tratando de esconderse detrás de un poste, en una actitud bastante sospechosa. Resulta que el 16 de noviembre pasado, el animalito fue capturado in fraganti, hurtando sendas varas de caña de azúcar de la propiedad de un granjero en la localidad de Chiang Mai, al norte de Tailandia.
¡Yo no fui! Nadie me ve, soy invisible.
Consciente como estaba de su fechoría, este bebé orejudo y amante del dulce tenía que evitar ser atrapado. De modo que la única cortina que tenía a su disposición era este fino poste de luz detrás del cual pretendió pasar desapercibido. Por supuesto, la inocencia de este bello ejemplar desató las risas, pero también mucha ternura en los espectadores.
Y es que al ver las imágenes es difícil resistirse a los esfuerzos del pequeño para ocultarse y evitar las represalias tras su fechoría. No dudó en lanzarse al dulce festín. Minutos más tarde, la gente de la zona se acercó y lo sorprendió.
“Para no ser atrapado, el elefante trató de huir y se escondió detrás de un poste de la luz”, se lee en uno de los comentarios descriptivo de la simpática publicación.
Según han explicado los testigos, el animal se quedó muy quieto detrás del poste, seguramente con la esperanza de volverse invisible ante los ojos de los demás. Pero tal parece que olvidó calcular las proporciones de su guarida, en relación con las de sí mismo.
Por su parte, los usuarios de las redes sociales han continuado haciendo del hecho cientos de bromas y comentarios irónicos sobre lo sucedido, provocando las carcajadas divertidas de todos. Aunque otros se lamentan de que este pobre bebé tenga que esconderse avergonzado porque está robando lo que un día le perteneció. No cabe duda que el humano es el culpable de todo.
“¿Podemos hablar de una vez por todas acerca del elefante en la habitación? o, ¿cuál elefante?”, son algunas de las reacciones que pueden leerse en el post.
La especie propia que habita en la región de Tailandia es el elefante indio, de orejas más pequeñas. Allí hacen vida unos 2 mil ejemplares en estado salvaje inmersos en la jungla o en parques nacionales, y una cantidad similar en cautiverio.
Están considerados como animales en riesgo de extinción, por lo que desde el año 1986 se encuentran protegidos por las leyes del Estado. Matar a uno puede conllevar una pena de hasta tres años de prisión. Sin embargo, como pudimos ver, en ocasiones entran en zonas habitadas por los humanos, especialmente en áreas de cultivo y recolección de alimentos.
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