El pequeño gato llamado Smurf (Pitufo) vivía en la zona de Redwood City, en California, Estados Unidos, cuando lo encontraron tenía apenas ocho semanas de nacido y varias lesiones en todo su cuerpo.
Además, estaba teñido de azul, la organización “Nine Lives Foundation” se encargó de rescatarlo y cambiar su destino.
Smurf pesaba 450 gramos, tenía más de 20 lesiones que los médicos veterinarios atendieron logrando que evolucionara favorablemente.
Después de vivir una dura experiencia ha podido conocer la felicidad de sentirse amado y protegido, durante sus primeras semanas de vida luchaba por sobrevivir mientras lo usaban como un juguete para un perro.
En la Fundación Nine Lives trabajaron con esmero y compromiso para lograr que Smurf se recuperara de las heridas de su cuerpo y de las de su corazón. Hicieron todo lo posible para eliminar los rastros de tinta que tenía en todo su cuerpo, pero no pudieron evitar que en su pelaje quedaran algunas manchas.
A pesar de que no estaban seguros de cuál sería el pronóstico del gato cuando comenzaron a atenderlo jamás perdieron la esperanza de que lograra ganar la batalla.
Semanas después Smurf estuvo en el refugio haciendo muchos amigos, y gozando de un buen estado de salud.
Recientemente se mudó a un hogar de acogida en el que vive rodeado de amor, no solamente le abrieron las puertas de su casa a Smurf, la familia también acogió a una gata ciega llamada Wanda.
“Las jaulas estaban completamente llenas y Wanda no tenía dónde dormir. Fue entonces cuando los miembros del personal tuvieron la idea de que acompañara a Smurf. Ambos habían vivido traumáticas experiencias y necesitaban consuelo”.
Esa noche Smurf y Wanda durmieron en el mismo lugar, no dudaron en acurrucarse juntos.
Desde ese momento se convirtieron en los mejores amigos, habían enfrentado duras adversidades y finalmente podían vivir a plenitud, sin miedo, ni dolor.
Conforme pasaban los días Smurf fue creciendo, aumentando de peso y las huellas de su pasado fueron quedando atrás. Su pelaje comenzó a verse gris, ronroneaba de felicidad.
El pequeño pitufo y Wanda recuperaron la confianza en los seres humanos desde que recibieron otra oportunidad.
Las imágenes son realmente conmovedoras, la transformación de Smurf demuestra que el amor todo lo hace posible.
Este final feliz nos hace recuperar la esperanza, y reafirmar la admiración hacia quienes luchan por los animales vulnerables, son verdaderos héroes en el mundo. No te vayas sin compartir este rescate.