Bien dice que el vínculo entre un perrito y una mascota es de esas cosas difícil de comprender y bellas de admirar. Ambos, pequeños y alegres crean un mundo de travesuras donde las risas y la complicidad son el principal ingrediente. Pero qué pasa cuando un día te levantas y no encuentras a tu adorable cachorrito. Noah, es un pequeño niño que quedó devastado cuando le robaron su perrito en el patio trasero de su casa.
El perrito llegó a la vida del pequeño Noah cuando cumplió cinco añitos.
Sharnee Pocock, de Lara, Geelong- Australia se lo dio como obsequio de cumpleaños. Tan pequeño como su dueño, el perrito de tres meses lo llamaron Jacky Boy, rápidamente se hicieron amigos y dieron inicio al mundo de aventuras. Pero la expedición acabó rápidamente cuando Jacky desapareció el 14 de octubre. El niño quedó desolado preguntando a sus padres todas las noches dónde estaba su amado perrito.
«Está devastado. Se mete en la cama todas las noches y dice: Me pregunto dónde está Jacky Boy, me pregunto si tiene frío”.
La familia buscó por todas partes al perrito, incluso revisaron las cámaras de seguridad para encontrar alguna pista que les diera sobre el paradero de la mascota pero no encontraban nada. En medio de la desesperación Pocock ofreció una recompensa de 4.000$ por el perrito robado, señala que no es una persona adinerada pero Jacky no es solo un perro, para ellos es parte de su familia.
No podía ver a su hijo devastado estaba dispuesto hacer cualquier cosa para recuperar al perrito.
Publiée par Sharnee Amanda Pocock sur Jeudi 18 octobre 2018
A los días descubrieron que el perrito había sido lanzado al costado de un camino, un transeúnte lo halló y lo llevó a su casa donde el perrito pasó la noche a salvo. La persona que lo encontró contactó a la familia y al día siguiente se dio el mágico encuentro. Noah estaba tan feliz que no podía creer que su amada mascota había regresado a casa.
El perrito parecía aún más emocionado de encontrarse con su joven dueño.
Toda buena historia tiene un final feliz, el perrito seguirá llenado de alegría cada rincón de la casa, junto con el pequeño Noah harán innumerables travesuras que llenarán de alegría toda la familia.
Un emotivo encuentro que dejó en sonrisa permanente a la familia.
Afortunadamente, hay gente de buen corazón que devolvió al perrito sin fijarse en la recompensa, lo importante es tener la dicha de ver a una familia reunida, feliz y disfrutando de su mascota.
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