Los siniestros en el mar son terribles, las pérdidas tanto de vidas humanas como de animales son lamentables y dejan un hondo pesar en el corazón de las personas, esa fue la sensación que produjo las dolorosas imágenes de lo sucedido en un mar de Asia.
El carguero Gulf Livestock de bandera panameña hizo su salida desde Nueva Zelanda el 14 de agosto y se esperaba que llegara al puerto de Jingtang en Tangshan, China, el 4 de septiembre. Llevaba como tripulación a cuarenta y tres personas, entre ellos a treinta y nueve filipinos, dos australianos y dos neozelandeses; y además 5.800 vacas.
La infortunada nave se encontró en plena mar con una implacable tormenta producto del tifón Maysak, que de acuerdo a lo expresado por la agencia meteorológica de Japón podría ser la tercera más grande en el país desde los últimos tiempos.
Según un medio de comunicación público de Japón, el barco envió una llamada de auxilio a los integrantes de la Guardia Costera cuando se encontraba al oeste de la isla Amami Ōshima, justo en el Mar de China Oriental, poco después de la primera hora del día.
La primera persona rescatada fue encontrada frente a las costas de Japón, se trataba del director general Eduardo Sareno de Filipinas. El hombre fue avistado desde uno de los aviones de vigilancia, saludando desde el agua con un chaleco salvavidas.
Sareno, quien tiene cuarenta y cinco años de edad informó que el carguero se accidentó cuando perdió un motor y fue golpeado fuertemente por una tempestuosa ola. Y posteriormente se hundió con las nefastas consecuencias que tuvo.
El hombre se encuentra en buenas condiciones en un hospital en Japón. Y aunque los miembros de la tripulación dieron las indicaciones de que se colocaran los chalecos salvavidas, es probable que no todos hayan podido escuchar a tiempo la acertada sugerencia.
Las operaciones de búsqueda continuaron y se pudo encontrar a otra persona inconsciente en la cercanía de la isla Amami Oshima de Japón, que está ubicada entre Okinawa y Kyushu. Fue llevado rápidamente al hospital, pero por desgracia poco después perdió la vida.
“Es una pena que tantas personas y animales hayan perdido la vida de manera tan triste. Tal vez tenía demasiada carga ese barco y no tomaron las previsiones del caos”, dijo una triste internauta.
Crudas y desoladoras imágenes mostraron el cuerpo sin vida de una vaca flotando el mar al lado de una balsa vacía. Y un grupo de ambientalistas y defensores de los derechos de los animales de Nueva Zelandia expresaron su descontento ante la exportación de animales vivos.
“Estas vacas nunca deberían haber estado en el mar. Para empeorar las cosas, es probable que estén todas embarazadas”, afirmó Marianne Macdonald, gerente de campañas del grupo de derechos de los animales SAFE NZ.
Otro hombre, un filipino de 30 años de nombre Jay-Nel Rosals fue hallado en el interior de una balsa salvavidas a escasos dos kilómetros de la isla de Kodakara. La Guardia Costera de Japón lo trasladó al hospital, actualmente se recupera y camina.
Fue una gran tragedia
Sin duda, se trata de una gran tragedia que costará olvidar por un largo tiempo. No dejes de compartir esta historia con todos tus amigos y conocidos.