Un veterinario en Antigua se despertó una mañana con una extraña caja de cartón en la puerta de su casa. De inmediato, la abrió para averiguar de qué se trataba y quedó en shock al comprobar que era una adorable perrita en apuros.
La expresión de la peludita era muy extraña. Su frente parecía muy arrugadita, como si todo el tiempo tuviese el ceño fruncido. La perrita era tan dulce que derritió su corazón en un dos por tres y no dudó en llevarla a su trabajo para ayudarla.
La pobre había pasado mucha hambre y no tenía sus ojitos. A juzgar por una serie de pruebas, todo parecía indicar que simplemente había nacido sin ellos. Esa era la razón por la que su piel formaba tiernas arruguitas en torno a su frente.
Era un verdadero alivio haberla tomado bajo su cuidado. La mayoría de perritos con condiciones especiales en Antigua no logran sobrevivir. Muchos toman la decisión de simplemente acabar con sus vidas porque no hay fondos para brindarles la ayuda que tanto necesitan.
El veterinario no dejaría que esto sucediera. Contactó a los rescatistas de Dogs and Cats of Antigua y les contó todo sobre su condición de salud. Ellos de inmediato la llamaron Faith y se hicieron cargo de todo su tratamiento.
Era la peludita más dulce del mundo y querían ayudarla a conseguir un hogar y una familia definitiva. Había una mujer muy interesada en adoptarla pero se encontraba fuera del país y programar un viaje internacional para trasladar a la cachorrita no resultaría fácil. Los rescatistas trabajaron sin descanso y finalmente lograron enviar a Faith con su nueva madre.
Venezia quedó encantada con lo astuta que era la perrita. Puede que le faltara uno de sus sentidos pero confiaba plenamente en su olfato y no dudó en olisquear todo lo que se encontraba a su alrededor. En cuestión de un par de días, Faith ya había descubierto cuál sería su lugar favorito: A los pies de su madre para pedir unos merecidos mimos.
De no ser por el rápido actuar de estos rescatistas, la hermosa Faith no hubiese logrado sobrevivir. Todos los peludos merecen una segunda oportunidad. Necesitamos más personas dispuestas a rescatar para que todas las mascotas especiales cuenten encuentren un hogar lleno de amor.
No debemos juzgar a nadie por su apariencia; mucho menos a un perrito. Une tu voz y comparte esta nota para promover la adopción de todos los peluditos de la calle.