No nos cansaremos de repetir que los animales salvajes son los seres más ultrajados porque les robamos a pasos agigantados el entorno que les pertenece. Y tristemente, una realidad que sucede cada vez con más frecuencia, es que no sólo les arrebatamos su alimento y su manera de sobrevivir, sino que incluso los coaccionamos a que cometan actos contrarios a su naturaleza, que nos perturban por completo.
Son las escenas que han conmocionado a miles de personas después de que las cámaras de seguridad de una fábrica, ubicada en el pueblo de Viladrau, Girona (España), revelaran el brutal salto al vacío de cuatro jabalíes desesperados, el pasado 8 de febrero.
¿Pero cómo llegaron los 4 saínos a una azotea en plena zona industrial?
Resulta que el pueblo de Viladrau se encuentra dentro del Parque Natural del Montseny, un paraje en el que los jabalíes tienen una fuerte presencia, y donde tristemente son bastante habituales las batidas de cazadores.
Y fue justamente cuando los animales salvajes huían de los despiadados asesinos, que tras desorientarse terminaron en el tejado de la fábrica Liquats Vegetals S.A.
Esto porque al parecer la azotea queda al mismo nivel de la carretera por donde venían los jabalíes, que creyeron seguir una sola línea recta, sin imaginar dónde acabarían.
Los jabalíes se desorientaron y acabaron en la azotea que queda al pie de la carretera
Tras verse totalmente acorralados, se encontraron con un cristal, que trataron de atravesar sin éxito, una y otra vez.
No entienden realmente lo que sucede y empiezan a salirse de control
Todo queda registrado en un impactante video que revela cómo no se lo piensan dos veces y uno a uno, saltan al vacío.
A pesar de la brutal caída, tres de ellos lograron sobrevivir de milagro pero el cuarto murió.
Tanto el Ayuntamiento de Viladrau como la fábrica implicada han confirmado que presuntamente los animales tomaron el camino contrario al que querían los cazadores y se acabaron “desorientando”.
«Los animales siguieron caminado creyendo que era terreno plano hasta que llegaron al precipicio. Fruto del nerviosismo o quizás de verse acorralados, decidieron saltar a la desesperada», comenta un portavoz de la fábrica.
La empresa lamenta el triste suceso pero asegura que no han tenido ninguna responsabilidad.
Desde el Ayuntamiento, confiesan que las batidas de cazadores son habituales y que se producen cada semana, pero que el trágico estado de desesperación de los jabalíes lanzándose al vacío no lo habían visto jamás en la zona.
No queda duda que el ser humano es el peor depredador del Planeta llegando a causar tal estado de desesperación en un animal que incluso atenta contra su vida, porque a lo mejor piensa que ese final es menos trágico que acabar como un trofeo en manos de un cobarde cazador que se escuda tras un arma. ¡Comparte esta noticia para alzar la voz!