Los seres humanos compartimos el planeta con otros seres vivos que contribuyen con el equilibrio del ecosistema. Pero el afán de lucro ha hecho que el hombre ponga en peligro la vida de muchas especies, entre las que se encuentran las vaquitas marinas, consideradas el único cetáceo endémico de México.
Es alarmante la realidad de esta pequeña marsopa, de acuerdo a un estudio realizado por la Universidad de Saint Andrews en el Reino Unido, el número de vaquitas que vive en el Alto Golfo de California en México, puede ser menos de 10, mientras que en 2016 su población mundial se estimaba en 30.
Una de las causas es la caza indiscriminada e ilegal de totoaba, un pez muy costoso y solicitado en China donde se puede pagar hasta 100.000 dólares por unidad, pues se cree que su vejiga tiene propiedades medicinales y afrodisíacas.
Para cazarlo se utilizan las redes de enmalle, pero no solo atrapa al cotizado pez, sino que también agarra y acaba con la vida de muchas vaquitas marinas.
El panorama no parece lucir muy alentador, los científicos advierten que estos animalitos podrían extinguirse en un año, si no se pone un freno a las redes de pesca ilegales.
«La presencia continua de redes de enmalle ilegales a pesar de la prohibición de emergencia continúa impulsando a la vaquita hacia la extinción. Se requiere una acción de gestión inmediata para salvar la especie», aseguró Len Thomas, director del Centro de Investigación de la Universidad de Modelos Ecológicos y Ambientales de Escocia.
Pero una gran noticia se supo en estos últimos días. Se realizó una expedición entre varias instancias preocupadas en la conservación de la vaquita marina.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, la Secretaría de Marina de México, Sea Shepherd Conservation Society, el Museo de la Ballena y Ciencias del Mar, e investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, fueron los entes que trabajaron coordinadamente para buscar a la vaquita marina.
¡Y los resultados fueron excelentes! Los científicos involucrados anunciaron el avistamiento de seis ejemplares de esta especie en el Alto Golfo de California, en el noroeste de México.
El avistamiento se hizo rapidamente viral
El 3 de septiembre, día en que los científicos vieron a los seis valiosos cetáceos, lograron fotografiarlos.
“Ver a las vaquitas vivas es un alivio y demuestra que debemos continuar protegiendo a la especie”, afirmó el doctor Lorenzo Rojas-Bracho, jefe del Programa de Investigación.
Cada vez quedan menos vaquitas, tal vez por eso muchas personas han puesto en duda la existencia de esta hermosa especie marina.
“Este trabajo de investigación es extremadamente importante para mostrarle al mundo que las vaquitas todavía están vivas y fuertes”, comentó Eva Hidalgo, coordinadora de Sea Shepherd.
Es plausible el esfuerzo hecho por las instituciones involucradas, pero no debe quedarse allí, deben continuar para evitar que esta especie siga desapareciendo, el compromiso es colectivo y permanente.
Comparte con todos tus amigos esta esperanzadora historia, y alcemos la voz para que entre todos salvemos a la vaquita marina.