Tras ser salvado de los peligros de las calles o del yugo de dueños negligentes y maltratadores, muchos perritos pasan años dentro de un refugio a la espera de una nueva oportunidad para ser feliz.
Esta situación es bien sabida por Kacey Widetich, fundadora de la organización sin fines de lucro Relay For Rescue, y quien no pudo pasar desapercibida la historia de Drools.
Este can de 4 años llevaba casi 24 meses en un refugio a la espera de una familia.
La mezcla de pitbull y bóxer vivía en el Animal Conour Refuge en Monte Vista, Colorado y su caso era prácticamente un récord en el lugar.
Drools tiene una personalidad amorosa, pero su ánimo comenzaba a decaer después de casi 2 años a la espera de alguien que le brindara una oportunidad.
Estos ojitos bonitos sólo imploraban una oportunidad.
Conmovida por el dolor del can, Kacey Widetich decidió hacer algo inédito: la activista se mudó al refugio para dormir junto a Drools y acompañarlo en su espera. Era evidente que su propósito iba más allá de brindarle amor y compañía.
“Dormimos así toda la noche. Drools es muy adorable y sólo necesita encontrar a su pareja perfecta. Si tú o alguien que conoces está interesado en este amor, por favor contacta”, escribió Kacey en un publicación en Facebook,
La mujer estaba decidida a hallar una familia para Drools y se convenció de que un acto extremo como el de mudarse con él al refugio podrían ayudarla. De algún modo su estrategia surtió efecto.
“Me voy a mudar a este refugio y voy a vivir acá con Drools hasta que consiga un dueño que quiera adoptarlo. No hay mucha exposición debido a la ubicación (del refugio).
Y porque él necesita encontrar a una familia que cumpla con algunos requisitos particulares. Requiere un hogar donde sea la única mascota, que no conviva con otros perros o gatos”, comentó Widetich
Con el hermoso gesto de dormir junto a Drools, Kacey logró su cometido pues su iniciativa le dio la exposición necesaria a la historia de este peludito y en 9 días el can fue adoptado.
«¡Por fin encontré un hogar!»
Un hombre manejó desde Boulder hasta el refugio para llevarse al bóxer a casa. Esto, después de que el personal del Animal Conour se asegurara de que cumplía con todos los requisitos para la adopción.
Este es el tierno momento en que Drools dejó el refugio.
Ahora este peludo babea en su nueva cama, rodeado de juguetes y bocadillos. Para Kacey saber que él está bien es su mejor recompensa y motivación para seguir ayudando a otros peludos:
«Todos estos perros merecen una segunda oportunidad y ser felices para siempre al igual que Drools. Espero trabajar con el refugio para asegurar que esto continúe sucediendo», dijo Widetich
La bondad de esta mujer y su decisión cambió para siempre la vida del perrito, comparte esta historia y cuéntanos qué estás dispuesto a hacer para salvar a los peludos necesitados ¡Bravo Kacey!