Una mascota adoptada se convierte en parte de tu familia, por ese motivo cualquier cosa que le suceda puede dolerte si es que eres un dueño amoroso y responsable. Esta situación la están experimentando dos familias en Denver, Estados Unidos, cuyas mascotas han tenido en encuentro mortal.
Un Husky siberiano está en peligro de muerte y su suerte parece sólo depender de la justicia. Aunque la familia implore porque no se le haga daño, las autoridades lo han considerado como un peligro para la sociedad tras acabar con la vida de la mascota de su vecino.
El hecho ocurrió en el mes de agosto cuando el Husky de 12 años llamado Zuma escapó de su patio trasero y se introdujo de forma ilegal al de su vecino. Aunque para cualquier humano invadir la propiedad privada es un delito, no hay modo de explicárselo a un animalito, pero el asunto no quedó hasta allí.
Los dueños imploran piedad para este chico.
Zuma no causó destrozos en el lugar pero cuando iba a abandonar el patio de su vecino divisó un gato atigrado en su camino y no pudo contener sus instintos. El perro se fue tras él y lamentablemente terminó por apagar su vida ante los ojos de sus propietarios. Como es de entenderse los dueños del felino quedaron destrozados y furiosos contra el perro.
La afligida familia del minino denunció el hecho y las autoridades llegaron a la casa de Zuma y lo llevaron a una perrera, ahora el can se enfrenta a la posibilidad de ser sacrificado.
El destino podría depararle un trágico final a Zuma.
Kevin y Valerie Wickham, dueños de Zuma tienen el corazón en vilo pues no desean un trágico final para su mascota. Además, estas personas alegan que ese comportamiento violento no es característico de su perro y no se explican cómo todo ese lamentable evento pudo haberse suscitado.
“Fue sólo en este momento en el que perdí la pista de Zuma, y algo sucedió, la matanza no es una característica de mi mascota, a quien tengo desde que era cachorro”, dijo Kevin.
Un momento de desenfreno podría ser terminante para este perrito.
Este hombre y su esposa han visitado al perrito todas las semanas en el Refugio de Animales de Denver y señalan estar preocupados por su salud mental.
“En nuestras dos últimas visitas, no estuvo emocionado. Simplemente andaba como un ciclomotor. Se golpeó contra la jaula, ha sido muy duro”, dijo su dueño.
El destino de Zuma está en manos de las autoridades, quienes deberán decidir si lo exoneran por completo de culpa, lo expulsan de la ciudad o incluso lo condenan al sacrificio en caso de considerarlo un animal peligroso para los ciudadanos. Mientras el juicio se celebra, Kevin y Valerie no dejan de defender a su perro pues apuestan al buen corazón de Zuma.
Esperamos que las autoridades tomen la mejor decisión y la vida de este perro no se vea cegada de manera injusta, todos merecemos una segunda oportunidad ¡Por favor, comparte la historia de Zuma!