Es bien sabido que la relación entre un perrito y su dueño es algo único e incomparable, durante años se ha afirmado que el perro es el mejor amigo del hombre. Algo que sin duda, no dejamos de confirmar al saber historias como la de nuestros adorables protagonistas.
Ellabelle y Ladybug son dos hermosas pitbulls que no han tenido una vida fácil. Durante mucho tiempo vivieron en un refugio hasta que Robert McGowan vio la dulzura en ellas y decidió rescatarlas.
Los antiguos dueños de Ellabelle y Ladybug las trataban injustamente
No podemos negar que algunas personas tienen prejuicios sobre esta raza, sin embargo, solo reaccionan agresivamente si han recibido malos tratos. Pero cuando crecen rodeados de amor y protección no hay nada qué temer.
McGowan comenta que sus mascotas no son en lo absoluto agresivas, por el contrario, son muy educadas y tímidas.
La relación entre este trío cada día es más fuerte, tanto Ellabelle como Ladybug se muestran infinitamente agradecidos con Robert por darles una nueva oportunidad, solo tienen para dar amor verdadero y una increíble fidelidad.
Las perritas fueron abandonadas y rescatas por voluntarios del refugio local.
Sin embargo, para Rober sus perritas son mucho más que compañía. Hace unos días el hombre se encontraba en su garaje reparando su automóvil cuando fue sorprendido por cuatro hombres que sin pensarlo comenzaron a atacarlo.
Uno de ellos golpeó fuertemente a Robert en el ojo derribándolo y dejándolo tirado en piso sin la posibilidad de defenderse.
Los intrusos le exigían a Robert las llaves del automóvil, herido y confundido por lo que estaban pasando respondió que estaban dentro de la casa.
Uno de los hombres se apresuró en entrar a la casa pero nunca imaginó que al abrir la puerta Ellabelle y Ladybug estaban listas para darle una bienvenida que estamos seguros nunca olvidará. Al respecto Robert comenta:
Los expulsaron. Mis chicas corrieron hacia el garaje y se pararon sobre mí. Se quedaron allí ladrando, dejando en claro que ya nadie me haría daño. Los cuatro hombres se fueron”.
Sin duda, las dos perritas salvaron a amo de un trágico final, aunque Robert quedó con un ojo morado está consciente de que pudo ser peor de no ser porque sus valientes perritas salieron al rescate.
Las perritas fueron recompensadas con juguetes y mucha comida extra.
Robert espera que su caso motive a más personas a adoptar y recordar que la lealtad de los perros no tiene límites.
Muchos perros abandonados terminan salvándote la vida, considera adoptar un perrito y brindemos segundas oportunidades a tantos peluditos que nos necesitan. Todos los animales merecen ser amados y protegidos por una familia. Comparte esta historia.