Todo aquel que tiene a un niño cerca sabe exactamente lo traviesos que suelen ser y toda la atención que demandan, pues en poco tiempo pueden meterse en problemas. Esto lo tenía bastante claro una abuelita de Oregon, pero en cuestión de segundos su tarde de paseo con sus nietas se transformó en una completa pesadilla.
Esta mujer pasó el susto de su vida y esta es su historia.
Gayla Jay llevó a sus nietas de 2 o 4 años a caminar por un área recreativa del río Molalla en Oregón (Estados Unidos) y todo iba con normalidad, pero la diversión se tornó en mucha angustia.
La más pequeña de las niñas, Iris Nix, se separó de su abuela y aunque ella la seguía hubo un momento en que se alejó demasiado y no pudo alcanzarla.
En medio de la zona boscosa, Gayla apresuró el paso que llegó a un punto en el que había cuatro caminos diferentes y no supo exactamente cuál había tomado la pequeña. La abuelita continuó en la búsqueda pero ya era tarde, sabía que Iris Nix se había perdido y por más que gritaba su nombre la nena de sólo 2 años no apareció por ninguna parte.
La niña vivió horas de angustia al separarse de su abuela.
Para empeorar más la situación, en la zona no había buena señal telefónica y la abuela demoró un poco antes de poder hablar con una operadora de la línea de emergencia. Aunque el equipo de rescaté llegó, había pasado casi una hora de la desaparición y la búsqueda se complicó un poco.
Pero el día tuvo un final feliz gracias a la intervención de una mujer y sus dos perros que se comportaron como verdaderos héroes. Se trataba de Tammy Stevens, quien montando cerca del río junto a sus dos perros, Wilson y Maddie, y escuchó el llanto de un niño.
Tammy y sus animalitos merecen todos los aplausos.
Cuando llevaba unas dos horas desaparecida, Tammy paseaba por una zona empinada y peligrosa y sintió el llanto de Iris. Cuando la mujer se percató de la presencia de la niña, le dijo a su perrito Wilson que la atrapara.
«Simplemente seguí a Wilson, y él estaba acostado con sus pequeñas patas delanteras en el regazo de Iris. Ella tenía su manita sobre él, y estaba llorando, sollozando, y oh Dios, fue el mejor momento de mi vida», dijo Tammy a una estación de noticias local.
Tammy había escuchado de la niña perdida pero no pensó que podía toparse con ella, así que al encontrar a Iris supo exactamente que se trataba con ella y la entregó a un maderero llamado Dave que la llevó hasta los rescatistas.
Este hombre entregó la niña a las autoridades.
Para Gayla Jay el asunto fue un verdadero milagro, no pensó que una mujer en caballo y sus dos perros encontrarían a Iris pero afortunadamente así fue y la pequeña se encontraba en perfectas condiciones.
“Ella es mi corazón. Estoy muy agradecida por todo», dijo la abuela.
Esta historia tuvo un final de cuentos de hadas pues la inteligencia de Wilson actuó de forma oportuna y el perrito detuvo a la niña para que esta no escapara. Ahora esta abuelita seguro querrá una pechera antes de salir a pasear a su traviesa nieta pero lo más importante es que todas están sanas para contarlo.
Los animales son más inteligentes de lo que creemos y en este aso salvaron el día, comparte la historia de este rescate con tus amigos.