Algunas personas pueden sentir un poco de miedo al ayudar a animales, piensan que los superan en tamaño y fuerza, prefieren tomar distancia y llamar a las personas indicadas que vengan ayudarlos. Sin embargo, para unos granjeros lo más importante era liberar a dos grandes ciervos que se encontraban atrapados en una peligrosa cerca de púas.
El rescate sucedió en el Valle de Awatere, Nueva Zelanda.
Los hombres ignoraban el tiempo que los ciervos llevaban atrapados, solo bastaba verlos para saber que los animalitos estaban en pánico y querían ser liberados de inmediato, los ciervos no solo habían quedado atrapados en las cerca, sino que sus grandes astas estaban entrecruzadas, lo que hacía aún más difícil el rescate.
Es posible que antes estuvieran peleando dando como resultado que quedaran atascados al mismo tiempo.
Las astas de los machos tienden a ser mayores.
El rescate fue grabado por otro hombre que desde lejos veía cómo dos granjeros se arriesgaban para liberar a los ciervos. En un momento lo escuchamos decir: “tienes que tener cuidado”. Y cómo no, si los animalitos estaban tan asustados que no permitían que los hombres se les acercaran.
No fue sino después de unos minutos que los ciervos comprendieron que necesitaban la ayuda y se calmaron un poco para dejar que los hombres actuaran.
Cumplen un rol muy importante durante el apareamiento.
Con grandes alicates los hombres intentaban cortar el alambre de púas que estaba enredado entre las astas. Uno de los hombres intentaba sujetar el venado mientras que el otro presionaba el alicate.
Cuando lograron cortar el alambre de púas el indefenso animal pensaba que ya estaba del todo libre y saltó tanto que casi golpea a uno de sus rescatistas.
Las astas crecen y se caen cada año en relación al ciclo reproductivo de cada especie.
A pesar de estar un poco nerviosos por la conducta de los ciervos los hombres no desistieron e hicieron lo posible para ayudarlos. El primer ciervo en ser liberado salió corriendo y se perdió ante la inmensidad del valle.
Aún quedaba un ciervo atrapado que les dio mayor trabajo, comenzó a entrar en pánico dificultando el trabajo de los hombres. Afortunadamente después de unos minutos también lograron liberarlo y al igual que su compañero salió corriendo hacia la libertad.
Algunos consideran las astas como una gran arma.
Estos hombres sin duda arriesgaron su vida para poder salvar a dos seres de nuestra naturaleza. Un acto valiente que rápidamente se volvió viral en las redes sociales donde cientos de usuarios agradecieron el heroico acto.
Acciones como están merecen ser contadas. No dejes de compartir esta historia para que todos sepan el hermoso final de dos ciervos que se vieron en apuros.