En el mundo existen algunos animales cuyo instinto materno sale a la luz y es capaz de traspasar cualquier tipo de barrera, con tal de proteger a quien lo necesite.
Para una madre no hay diferencias interespecies, y por esa razón, esta tierna perrita decidió hacerse cargo de un diminuto gatito sin hogar del cual ahora no piensa separarse.
El primer encuentro de la tierna familia.
Su nombre es Toast y se ha convertido en la mamá adoptiva de un tierno y para nada tímido gatito que conoció en la calle. La peluda estaba afuera de su residencia en Grecia cuando lo vio por primera vez, el felino se le acercó sin reparo y entre ambos hubo un flechazo a primera vista.
La madre y el hijo más tiernos y peculiares.
La ternura de este gatito conquistó de inmediato el corazón de la perrita que es al menos diez veces más grande que él. Pero en la familia y el amor no existe tamaño que valga y desde que se vieron, madre e hijo no han podido separarse.
El gatito no demostró ningún tipo de miedo en esa primera ocasión y supo cómo ganarse a su nueva mamá, quien inmediatamente accedió incluso a compartirle un poquito de su comida.
Pero este gato bribón lo menos que quería era alimentarse, así que decidió acostarse dentro del plato de su mamita.
Así son los hijos, hacen lo que quieran con sus padres.
La relación entre este par se ha fortalecido de tal modo que no sólo comparten todo, sino que el gato puede reposar incluso en su boca. Después de todo ahora son familia y el minino confía a ojos cerrados en su madre adoptiva.
«Ya te tengo, gatito travieso»
Toast lo mima con su hocico e incluso le da su baño al estilo gatuno, es decir, usando su lenguita.
La perrita lame a su hijo adoptivo para asegurarse de que esté siempre limpio y cuando se mete en problemas o quiere llegar rápido a algún lugar de la casa, simplemente usa su boca para llevarlo.
Para el gato todo esto es un gran juego y parece más que feliz con los mimos de su madre.
El felino no ha sido tarea fácil y ahora la entregada madre dedica cada momento de su vida para cuidarlo y protegerlo.
En tan corto tiempo este par ha establecido un lazo indestructible que debería dejarle claro al mundo que el amor es mucho más fuerte que cualquier diferencia.
Es cierto que gatos y perros no logran ponerse de acuerdo en muchas cosas pero no por eso son especies incapaces de convivir juntos. Eso es algo que queda claro con Toast y su hijito adoptivo.
Estas criaturas son dos gotas de ternura y amor, comparte su bella historia y que todos tus amigos se deleiten con su armónica convivencia.