Malia, de Nueva York, estaba en un campo de béisbol en el Bronx para el juego de su hijo cuando escuchó la conmoción de una multitud. Se encontró una camada de gatitos apiñados en el campo.
Los gatitos estaban cubiertos de suciedad y estaban muy delgados. No había señales de una gata, por lo que Malia se comunicó con Sunny, un rescatista de animales local, para pedir ayuda.
Al principio, chiquitita y llena de suciedad, nadie imaginó que Quimera podría ser toda una traviesa
Los gatitos tenían alrededor de tres semanas y necesitaban cuidados las 24 horas. En solo un día, comenzaron a animarse. Uno de ellos se destacó rápidamente.
La pequeña Quimera instantáneamente sintió simpatía por el hijo menor de Sunny y quiso que él la abrazara. Si alguien la alejaba de su persona favorita, no lo soportaría ni un segundo, ella parecía haber escogido su humano favorito en el mundo.
Los abrazos y el amor son algunas de sus cosas favoritas en la vida
La gatita se sintió inmediatamente a gusto cuando CJ, el hijo menor de Sunny, la puso en sus brazos. El plan inicial era acoger a la camada hasta que estuvieran listos para la adopción, pero la niña cálico se arrastró rápidamente hasta los corazones de la familia, especialmente el del niño de la casa.
Después de que los gatitos se recuperaron, sus pequeñas personalidades comenzaron a emerger. Quimera disfrutaba jugando con sus hermanos, pero la mayoría de las veces, cambiaba el tiempo de juego por abrazos con su humano favorito.
Ningún lugar hace más feliz a Quimera que estar entre los brazos de su queridísimo CJ
La pequeña gatita se convirtió en la Jefa de las Travesuras. Fue una de las primeras en aventurarse en busca de problemas. Por suerte CJ fue la única persona en la casa que pudo «domesticarla».
Durante las siguientes semanas, Quimera y sus hermanos realmente florecieron hasta convertirse en hermosos y traviesos gatos jóvenes. La intrépida gatita continuó haciendo lo que le placía y no tenía ninguna preocupación en el mundo.
Una siesta nunca está demás cuando eres una gatita traviesa en busca de oportunidades para causar un poco de desorden
La pequeña Quimera ha sido todo un acontecimiento para los otros gatos residentes. Ella tolera a la mayoría de las personas, pero su comportamiento cambia instantáneamente a su lado amoroso cuando está cerca de CJ.
A Quimera le gusta correr por la casa, hacer travesuras, pero tan pronto como CJ regresa, está lista para acurrucarse. Por suerte para ella, tuvo el carisma y demostró el amor suficiente como para quedarse con el corazón de esa familia que pensaba acogerla por algunos días, pero que nunca más la dejó ir.
Ahora Quimera ha crecido y sigue siendo tan adorable como el primer día
Si deseas compartir con alguien más las travesuras, así como la buena suerte de esta gatita adorable, no dudes en difundir su historia.