Cada día algún animalito espera ser rescatado y visto con ojos de amor por alguien que tenga la bondad de ayudarlos. A pesar de que muchas personas piensen en los perritos como uno de los animales más vulnerables y abandonados, hay otros que desde su hábitat natural sufren y necesitan de nuestra ayuda.
Daniel Bromley conducía al Gran Desierto de Victoria, en Australia Occidental. Todos los días realiza una misión de rescate, sale al desierto para ayudar a los animalitos que caen en una zanja realizada para hacer funcionar un gasoducto a través del desierto.
Está vez un pequeño animalito necesitaba dedicación especial.
Su objetivo es rescatarlos antes de que sean atacados por algún depredador o mueran por las bajas temperatura de la noche y el sol inclemente del día. Sin embargo, nunca imaginó que ese día un pequeño roedor necesitaría de su ayuda. Mientras inspeccionaba el área vio a un pequeño roedor gris casi congelado.
“Noté que un pequeño ratón spinifex yaciendo en el fondo de la zanja parecía completamente muerto”.
A pesar que los roedores no son muy queridos por los humanos, en el desierto de Australia abundan aunque es raro verlos al aire libre. Bromley los caracteriza como animalitos muy cautelosos y tímidos.
El hombre lo tomó entre sus manos esperando lo peor, pero puedo percibir que el indefenso ratoncito había entrado en una especie de somnolencia profunda y prolongada. Un estado de sueño que ayuda a los roedores a conservar energías y mantenerse calienticos en climas fuertes.
El ratoncito había entrado en un estado de letargo.
Bromley notó que el ratoncito estaba inconsciente y vulnerable así que decidió ayudarlo. Caminó al auto con el pequeño roedor entre sus manos y lo sostuvo frente al calentador, lo frotaba suavemente y le decía palabras de aliento para que volviera a la vida.
Después de 20 minutos el pequeño ratoncito empezó a reaccionar.
Afortunadamente el ratoncito comenzó a moverse, Bromley grabó la emotiva escena acá podemos ver sus delicadas patitas moviéndose y frotándose la cara como pequeños gestos que agradecen vivir.
Sin fuerzas pero agradecido el ratoncito despierta lentamente.
Bromley decidió dejarlo en el auto el resto del día y colocarlo sobre una lona para bajar sus niveles de estrés. Cuando se acercó la noche fue liberado a su hábitat natural. Al respecto señala Bromley:
“Libérelos siempre exactamente de donde los encontró, para que conozcan el área y sepan dónde están sus madrigueras”.
Gracias a que Bromley no dio por hecho que el roedor había muerto emprendió una misión de rescate totalmente diferente a lo que estaba acostumbrado. El pequeño ratoncito regresó feliz y agradecido a la madriguera.
Comparte la nota para motivar a los socorristas por su increíble trabajo. Recuerda que en el mundo real hay muchos animalitos que necesitan ayuda y nosotros somos sus voces.