Las mascotas son seres tan especiales que algunas personas llegan a establecer un increíble lazo con ellos y estos pasan a ser un miembro más de la familia. Sin embargo, esta situación no es comprendida por todos, así lo ha dejado en evidencia el caso de una chica que ha perdido su trabajo tras la muerte repentina de su amado perro.
Emma McNulty, de 18 años, se encuentra doblemente devastada pues además de perder a su perrito, ha perdido su empleo por una terrible incomprensión de parte de su empleador.
Su amado Yorkshire Terrier de 14 años, Milly, falleció repentinamente y Emma no podía controlar la tristeza que embargó su corazón.
Por ese motivo decidió escribirle a su jefe, alrededor de las 10:00 am, para informar sobre la situación y excusarse que no podría ir ese día a trabajar.
Milly era más que su mascota, su amiga y compañera de la infancia.
Pero su jefe simplemente le dio a elegir entre dos opciones: o buscaba a otro compañero que pudiera suplir su turno o Emma se arriesgaba a perder su empleo. Esta chica trabajaba a tiempo parcial en una tienda de sándwiches.
«En lugar de mostrarme la compasión y la simpatía establecidas en el contrato, me enviaron una serie de mensajes desagradables y me dijeron que tenía que cubrir mi turno, ya que no se permitía el tiempo de duelo para las mascotas», dijo Emma McNulty.
El turno de Emma empezaba a las 15:00 horas, así que debía buscar urgentemente a alguien que la suplantara o tendría que someterse a las medidas disciplinarias.
La chica de Baillieston, Escocia, no encontró a ningún compañero que pudiera suplirla.
Después de no presentarse a trabajar, Emma recibió un correo electrónico en el que se le informaba que “no se molestara en aparecer por el resto de la semana”, la joven estaba despedida.
«No fui a trabajar ese día y me despidieron. Me quedé desempleada el mismo día que perdí a mi mejor amigo, esto me causó angustia y extremo malestar «, relató Emma.
Milly había estado en la vida de Emma desde que era una niña de 4 años, así que su partida fue algo realmente triste para ella. Sin embargo, algunos empleadores como el suyo parecen no entender este tipo de circunstancias.
Por ese motivo, la chica ha iniciado una petición que busca hacer posible que los empleadores permitan la licencia por duelo si una mascota muere.
En sólo tres días, la petición ha alcanzado más de 3.000 firmas.
«Creo que es desagradable cómo algunas compañías piensan que es aceptable tratar a alguien de esta manera sin remordimientos, una mascota de la familia (en mi caso, mi perro) tiene tanta importancia como un miembro humano de la familia. Es hora de que las compañías lo reconozcan y den a la gente el tiempo que necesitan para llorar sin preocuparse de perder su trabajo», escribió Emma en la petición.
Este tipo de noticias son realmente lamentables pero dejan en evidencia lo insensible que continúa siendo nuestra sociedad. En este tipo de duelos, demostrar un poco de compasión y apoyo al empleado dejaría claro que realmente la empresa se preocupa por ellos, pues son importantes. Y en esto deberían pensar los propios empleadores, aunque queremos pensar que no todos actúan del mismo modo en que lo hizo el ex jefe de Emma
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