El elefante es el animal terrestre más grande que existe en la actualidad. El filósofo griego Aristóteles llegó a decir que era el animal que superaba a todos los demás en mente e ingenio, y no estaba demasiado alejado de la realidad.
Esto hace que sientan como ninguna otra especie el duelo por la muerte de sus congéneres, muestra de su altruismo y de la importancia que reviste para ellos tener conciencia de sí mismos y de sus lazos familiares.
Además, existe la creencia de que tienen una memoria prodigiosa y de que un elefante jamás olvida. Tratándose de sus familiares, se ha demostrado ampliamente que esto es completamente cierto y hoy traemos una prueba bastante clara: el emotivo reencuentro de una madre con su hija y sus nietas, 12 años después de haber sido separadas.
El hecho ocurrió en el zoológico Halle, en Alemania, un lugar dedicado a encontrar y unir a las familias disgregadas de animales, con el fin de recrear lentamente el proceso evolutivo natural de los rebaños en cautiverio. Aunque deberían permanecer libres en su hábitat, no es justo que vulneren sus derechos para satisfacer las necesidades de una cruel industria que atenta contra los animales.
Cuando Pori, actualmente de 39 años de edad era tan solo una bebé, fue arrancada del seno de su madre y tuvo que vivir mudándose de un lado a otro, sin lograr residir en un sitio fijo donde pudiera vivir tranquila.
Nacida en África en 1981 y llevada a Alemania dos años después, se paseó por varios zoológicos como el de Magdeburg y el de Leipzig, antes de ser trasladada a Berlín donde dio a luz a su hija Tana, actualmente de 19 años de edad y quien también es madre de Tamika, de 4 años, y a Elani, de 1 año.
Lo que sucedió a continuación es una de las escenas más tiernas posibles que no siempre son tan comunes, pero que son capaces de arrancarnos lágrimas de emoción del mismo tamaño de estos paquidermos.
Por suerte para esta elefanta, finalmente logró reencontrarse con su retoño y sus nietecitas, a quienes vio por vez primera y recibió feliz. Las cuatro gigantes se saludaron a través de las rejas con sus trompas, robándose el corazón de todos en la escena.
“Esta tarde llegó a salvo la elefanta africana Pori desde Berlín. Aquí se encuentra con su hija Tana y sus nietas, Tamika y Elani para dar a los animales la oportunidad de conocerse en paz”, informó el zoológico en su cuenta de las redes sociales.
Es un hermoso reencuentro, pero es muy triste que estén en cautiverio
En la naturaleza, los elefantes suelen vivir juntos en asociaciones familiares, cada una encabezada por una guía. Las hembras suelen quedarse con sus madres toda la vida, mientras que los machos dejan los rebaños cuando están maduros. De allí lo difícil que se presenta una separación para estos nobles animales.
“La llegada de Pori es un paso importante. En el futuro, todos los rebaños de elefantes de los zoológicos europeos serán mantenidos en estas estructuras familiares naturales. Hoy nos acercamos mucho a este objetivo”, comentó el director del zoológico, Dennis Müller.
La familia completa reunida nuevamente
Para todos los mamíferos, incluyendo a los seres humanos, depender de otros y estrechar lazos no es una debilidad, sino más bien todo lo contrario. Sin embargo, no todos los mamíferos manifiestan este apego con la misma intensidad, siendo los elefantes una de las especies más sensibles a los vínculos afectivos que establecemos los unos con los otros.
Aunque esta hermosa familia no volverá a ser separada de nuevo esperamos que recuperen la libertad que jamás debieron perder. Comparte esta noticia.