Los refugios de animales tienden a verse colapsados por la cantidad de animalitos que por diversas causas llegan allí. Por desgracia, la eutanasia ha sido una forma de evitar la superpoblación en esos lugares, pero algunos se niegan a despedirse de la vida, como un perrito para el que después de eso su destino cambió totalmente.
Rudolph es un perro de ocho meses de edad que proviene de una mezcla de pitbull y estaba en un refugio en Oklahoma, Estados Unidos, que se encontraba atestado de canes. En vista del hacinamiento que se vivía en el lugar sus representantes decidieron aplicarle una inyección a base de una solución química indolora.
Pero para sorpresa del personal del refugio, el animalito no sucumbió ante la letal sustancia y permaneció con vida, el veterinario que estuvo a cargo del desagradable procedimiento no podía creer lo que veían sus ojos, pero estaba contento de que haya sido así y fue trasladado al refugio King’s Harvest para que trataran de conseguirle una familia adoptiva.
Rudolph es un milagro de amor a la vida
“Él estaba en un refugio lleno, así que el veterinario le aplicó la eutanasia. Pero Dios tenía un plan diferente porque se despertó. Gracias a Dios que el veterinario dijo que no lo volvería a hacer. Así que lo trajimos a nuestro refugio con la esperanza que alguien lo adopte y que le dé una segunda oportunidad de vivir feliz”, dijo un representante de King’s Harvest.
Cuando la noticia del milagro del perrito se conoció en las redes sociales todos estaban muy alarmados con lo sucedido y deseaban tenerlo en sus casas para quererlo y cuidarlo siempre. El refugio se vio inundado de solicitudes, llamadas y mensajes, a primera hora había filas en la entrada de la institución.
No fue nada fácil la escogencia de la familia adoptiva, había demasiados interesados. Finalmente se decidieron por Joyce y Mitchell Valentine, quienes eran madre e hijo y se llevaron a Rudolph a vivir con ellos como uno más de la familia.
“Es increíble y casi un milagro. Sabemos que había mucha gente que realmente lo quería, lo sabemos. Nos enamoramos de él”, aseguró Mitchell, el nuevo hermano.
Todos en casa estaban felices de tenerlo con ellos, incluyendo un perro de 4 años llamado Thatchet que es ahora su nuevo compañero de juegos. La familia está decidida a darle la vida que merece, ahora se llama Rudy y se ha adaptado perfectamente a todos.
“Hay algo en este perro por lo que debería estar aquí. Hay un plan para él, no sé qué es, pero me alegro de poder ser parte de él”, dijo Joyce.
Da gusto verlo acurrucado al lado de Thatchet, les encanta dormir juntos, sin duda que su vida dio un gran giro. Ahora el refugio insta a los demás solicitantes que no tuvieron la suerte de quedarse con Rudy a adoptar a otros perritos que lo necesitan tanto como él.
La hermosa historia de este perrito hará que muchas personas se motiven a la adopción de los animales que esperan en los refugios la oportunidad de tener un hogar. Compártela.