Mucho se ha hablado sobre la lealtad que es capaz de sentir un perrito hacia su dueño y no es para menos, pues estos seres terminan cometiendo los actos más nobles por sus padres humanos.
Sin embargo, esta no es la única especie leal que existe sobre el planeta y, aunque algunos puedan dudarlo, los gatos son un claro ejemplo de que cuando existe amor, más de una criatura deja de lado su comodidad para volverse incondicional hasta después de la muerte.
De esto trata la historia de Nana, una gatita de Kelantan, Malasia que ha conmovido a todos.
Esta felina pelirroja perdió a su papá hace unos cuantos años pero su partida física no ha podido quitarle de la memoria sus más bellos recuerdos. Esa es la razón por la cual Nana visita la tumba de su dueño ya fallecido incluso más que la propia familia del hombre.
La historia fue compartida el pasado mes de septiembre a través de un grupo de Facebook por Hazlynn Nozi, el hijo mayor del antiguo dueño de Nana.
La gatita va diariamente a acompañar a su dueño en el cementerio.
El hombre era un maestro jubilado que estableció un vínculo especial con la gata de seis años.
«Nana siempre seguía a papá a la mezquita y esperaba que terminara sus oraciones antes de seguirlo de regreso a casa. Esta gata en particular tenía un vínculo especial con papá en comparación con los otros gatos en casa», dijo Hazlynn.
Hace más de dos años que falleció el padre de Hazlyn, pero Nana no puede olvidarse de él. Las semanas siguientes a la partida física de su dueño, la gatita cambió de humor y bajó algo de peso. La familia creyó que moriría de tristeza pero la felina encontró un modo de recobrar las ganas de seguir viviendo.
Nana visita cada mañana la tumba de su dueño, ella llega y se retoza sobre la lápida para descansar a su lado como solía hacerlo cuando él vivía. Los restos del padre de Hazlynn reposan en un recinto cerca de la residencia familia, así que para Nana es fácil llegar hasta el lugar.
Quieta y resignada, Nana acompaña a su dueño en la tumba.
Según comentó el hombre, esta gatita se adelanta incluso a las visitas de la propia familia del difunto. Para Nana ya es una costumbre diaria ir a saludar a su dueño.
«¿Te imaginas? (Nana) ya estaba sentada allí esperándonos cuando llegamos. Llegó al cementerio antes que tus hijos, padre. Por favor, perdónanos padre», escribió Hazlynn en una de las imágenes compartidas.
«Pero ir al cementerio no es la única costumbre de Nana, esta gatita también se demoraba en los lugares donde papá pasaba su tiempo, como en el columpio, que era el lugar favorito de papá, o incluso se sentaba en su viejo auto”, según comentó Hazlynn.
No cabe duda de que Nana vive con el recuerdo fresco de su papá y no habrá nadie que pueda borrarlo. De algún modo, ella encontró la forma de estar cerca de él incluso después de la muerte, y eso deja al descubierto la profunda lealtad que ella siente por ese hombre que la cuidó durante sus primeros años.
Ya nadie puede decir que los gatos son traicioneros, por favor comparte la hermosa historia de Nana y envíale un mensaje cargado de cariño a esta pequeña.