El abandono animal es un delito, pero para muchas personas el asunto es tan cotidiano que en algunas ciudades incluso existen lugares comunes, en los cuales suelen dejar a las mascotas a su suerte.
De ese modo pasa en Texas, Estados Unidos, donde un depósito a la orilla de la carretera se ha convertido por muchos años en el lugar predilecto de quienes cruelmente se deshacen de sus mascotas.
Este acto tan doloroso no debe tolerarse.
Miles de vidas han sido sentenciadas en ese sitio, pero hace más de 10 años que una admirable mujer lucha por cambiar el destino de los animalitos que allí abandonan.
Se trata de la bondadosa Judy Obregon y esta es la historia de su hermosa causa.
Mientras el común de los ciudadanos duerme, Judy sale de su casa a las 4 de la madrugada para conducir por la solitaria carretera que la lleva al sitio que se ha convertido en una especie de “basurero de mascotas”.
Ella lo hace por salvar a peludos como este.
Obregon inició con esta rutina en el 2011, cuando se percató de la lamentable situación que ocurría ante la mirada silenciosa de muchos. La gente sabía de la existencia de animales abandonados en ese lugar, pero eran muy pocos quienes se preocupaban en ayudarlos.
Dada esta situación Judy decidió intervenir.
Al principio la mujer lo hacía de manera independiente pero después de salvar a varios animalitos, Judy decidió fundar The Abandoned Ones (TAO) Dog Rescue, una organización que rescata callejeritos y los rehabilita para darles la oportunidad de ser realmente feliz.
Perritos como este han sido salvados por la noble dama.
Con ayuda de algunos familiares, amigos y otros voluntarios que se han identificados con la causa, Judy le ha devuelto la felicidad a decenas de peluditos.
Aunque la mujer revela que el asunto no es tan sencillo, pues cada animalito ha pasado por una historia de abandono o crueldad distinta.
La gente suele deshacerse de sus mascotas durante la noche.
Según reveló, se le acerca muy despacio a los canes en busca de ganarse su confianza ya que muchos de ellos pueden reaccionar con temor o a la defensiva. No obstante, Judy hará todo lo posible por lograr su cometido y sacar a cada can de ese horrible lugar.
«Desde el momento en que me voy del depósito conduciendo es cuando sé que, desde ese punto, la vida de estos animales será grandiosa», contó en un vídeo publicado en Youtube.
Aunque su propósito demanda gran parte de su tiempo e incluso ingresos económicos, la generosa mujer reveló haber encontrado en esta causa su verdadera felicidad. Para Judy: «esto es lo que le hace feliz, hacerlos felices a ellos».
No hay mayor satisfacción que ayudar y hacer el bien, esta mujer lo demuestra con su entrega y ejemplo. Comparte su hermosa historia de altruismo y que su compromiso motive a otros a ayudar.