Los alces son animales de gran tamaño y con una fuerza increíble que pueden llegar a herir gravemente a un hombre adulto. Ellos viven en estado salvaje, sobre todo en zonas muy frías, se podría decir que son una de los mejores amigos del invierno; sin embargo, su gran tamaño que aunque les ayuda a defenderse, también les puede jugar en contra. Pueden llegar a pesar hasta 1000 libras y en un terreno inestable eso puede ser un gran problema.
Después de una fuerte nevada, un grupo de 8 motorizados en el oeste de Terranova, Canadá, se encontraron con algo inusual.
Ellos prácticamente tropezaron con una cabeza de alce, de hecho era la única parte del alce que lograba verse. Aparentemente, su peso lo había llevado a hundirse en la nieve, él se había hundido en casi 2 metros de nieve, literalmente estaba hundido hasta en cuello. Jonathan Anstey, y sus nueve amigos decidieron que lo tenían que ayudar.
Era casi como una operación suicida, pero lo tenían que intentar.
Un alce en esas situaciones probablemente se encuentre muy nervioso y al verse liberado, su instinto podría llevarlo a embestir a cualquiera de las personas u objetos que se encuentren cerca. Cuando un alce está nervioso, suele poner rígidas las orejas, su pelo se acomoda hacia atrás y se lame violentamente la boca.
Y, ¿adivinen quién estaba haciendo todo eso cuando los chicos se acercaron?
Sin embargo, ellos estaban decididos a culminar su operación; con mucha precaución se acercaron con sus palas y comenzaron a liberar la nieve que mantenía al animal atrapado. Ellos también fueron haciendo un camino, pero detrás del animal; de esta manera se cuidaban de una embestida.
Anstey en otra oportunidad también intentó salvar a un alce, estaba solo y se ganó una visita al hospital.
Pero en esta oportunidad su experiencia fue completamente diferente, después de unos minutos, el enorme animal se dio cuenta de que había sido liberado y simplemente se levantó, dio la vuelta hacia el camino que habían hecho para él. Después de sacudirse, volteó, miró a los hombres y se fue.
Anstey dice que fue su manera de agradecer lo que acababan de hacer por él.
Un aplauso para estos hombres, que aunque no se dedican a rescatar animales, son capaces de interrumpir sus actividades para salvar la vida de un animal que estaba en aprietos, aunque esto significara arriesgar su propia vida.
Si bien fue un acto realmente heroico, la recomendación siempre es llamar a las autoridades o un grupo especializado en rescate para que se hagan cargo de la situación, sin tener que exponer la vida de ninguna persona.
Si crees que estos hombres hicieron una gran labor, no dejes de compartir su historia.