En ocasiones las mascotas suelen olfatear y comer cosas prohibidas sin que sus dueños lo noten. Esto puede ocurrir en cuestión de segundos durante un paseo al parque, por las calles del vecindario o incluso en la propia casa. En ese caso, nadie es responsable, pero lo cierto es que dicho descuido podría tener un trágico desenlace.
Este es el lamentable final que tuvo la curiosidad de una Golden a quien debieron sacrificar después de comer una planta altamente venenosa y ahora su dueña destrozada quiere que el mundo sepa para que “no se repita la historia”.
Lola debió ser sacrificada para terminar con su dolor.
Chloe Allen, de 22 años, decidió hablar sobre el calvario que debió atravesar su hermosa Golden y que tuvo final el pasado mes de marzo cuando finalmente debió ser sacrificada.
En agosto del año pasado, Lola estaba cuidando a su cachorrita Daisy de cinco semanas de nacida cuando unas bayas rojas le parecieron provocativas y movida por la curiosidad decidió comerlas.
Esto provocó que la peluda comenzara a convulsionar, debido a la planta altamente venenosa.
En reacción a lo que había comido, el cuerpo de Lola comenzó a producir un exceso de ácido estomacal y provocó que su lengua se quemara. Además de eso, la convulsión dejó a la pobre perrita completamente ciega y sorda, con una enfermedad respiratoria y padeciendo también de epilepsia.
Así quedó su pobre lenguita.
El daño en el cuerpo de Lola era irreparable y eso hizo que en los últimos siete meses la peluda de seis años pasara sus días entrando y saliendo de diferentes clínicas veterinarias. Ante tal situación Chloe terminó por acceder a la recomendación de un médico y Lola fue sacrificada.
La mujer se despidió de su amada mascota el pasado 23 de marzo.
La decisión no fue para nada sencilla para Chloe, quien ahora se encuentra destrozada por la pérdida.
“Dormí con ella todas las noches en el piso de concreto de la perrera en los veterinarios. Cuando se despertó no sabía quién era yo y estaba completamente ciega. Lola luchó durante meses con la epilepsia y muchos más problemas de salud”, dijo Chloe.
El envenenamiento de Lola ocurrió durante un paseo al parque, la madre recuerda que la chica estuvo un rato entretenida entre unos arbustos como solía hacerlo desde pequeña. Lo que Chloe no imaginó es que en el lugar había plantas venenosas.
Estas vistosas plantitas producen un daño irreversible.
Al día siguiente, después de que Lola se complicó, la mujer decidió investigar y fue al lugar en el que sabía que Lola había podido comer algo indebido y efectivamente allí estaba la planta responsable de esta tragedia.
Se trataba del seto pinta de cuco, conocida en inglés como lord-and-ladies plants.
Después del fallecimiento de Lola, Chloe acudió a su Facebook para advertir a los dueños de mascotas sobre esta enemiga mortal.
“Estoy escribiendo esta publicación para crear conciencia y posiblemente salvar a otro perro del infierno por el que pasó mi Lola. Por favor, busque estas bayas, he recibido tantos mensajes de personas que dicen que las han encontrado en sus jardines.
Por favor sáquelos para que su perro no tenga que pasar por el infierno y regresar como lo hizo Lola”, escribió Chloe.
De inmediato la publicación se hizo viral y decenas de personas agradecieron por la información, y enviaron palabras de aliento a la mujer.
Lola había sido su compañera desde que era una cachorrita y solían hasta dormir juntas. Ahora Chloe intenta recuperarse de la pérdida y está comprometida con el cuidado de Daisy, la perrita que quedó huerfanita.
Es una tristeza lo que pasó con esta perrita y no queremos que se repita, por favor no te quedes con la información comparte esta noticia en tus redes sociales y ayúdanos a salvar a otros animalitos.