El hecho de poseer una mascota implica a su vez una gran responsabilidad, ya que sea cual sea el animal, es imposible que alcance un razonamiento capaz de permitirle realizar actividades humanas cotidianamente. Incluso prácticas elementales como la alimentación les hacen exclusivamente dependientes de quien los adopta, dado que el animal deja de desarrollar sus instintos al permanecer en cautiverio.
En el caso de los perros, su sentido de manada les da la percepción sobre su dueño como el líder de la misma, siguiéndole incondicionalmente en todo contexto. Son capaces de soportar hambre y malos tratos, pero siempre se mantendrán leales.
En ese caso, ¿por qué someterles a tales condiciones cuando tienen corazones tan nobles?
Sin embargo, existen casos como el de Denis Hansen, de Lafayette, Indiana. De su granja fueron rescatados 64 perros –en su mayoría galgos alrededor de los 14 años de edad- y ocho aves, según Sharon Dull, voluntaria rescatista de Crystal Creek.
Las terribles condiciones en las que se encontraban sometidos es evidencia de cómo algunas personas simplemente entienden la idea de la adopción como algo fútil, pretendiendo explotar el potencial económico mediante la cría.
Denis, quien pretendía instalar una granja de crianza para varias razas, abandonó sus obligaciones como cuidador después de lesionarse la espalda en marzo del 2016, siendo incapaz de pedir apoyo humano para mantener bien alimentados a los caninos.
Siete meses después, el 16 de octubre del 2016, las autoridades locales intervinieron, quitando a las criaturas de su “cuidado”. 28 de los perros estuvieron recluidos en el espacio de un garaje de dos puestos, mientras que el resto permanecía en el interior de la granja, propiedad de Hansen.
Entre las múltiples afecciones que presentaban los perros a la hora de evaluarlos se encontraron cuadros de desnutrición severos, infestación por pulgas, abscesos dentales y laceraciones en la piel y úlceras (casi todas infectadas por gusanos) producto del constante picor y rascado.
También una consistente pérdida de pelo en todos los perros. Muchos tenían cataratas y tumores.
En los días siguientes, a dos perros tuvieron que amputarles las patas, producto del excesivo maltrato. Cuatro del total no resistieron, falleciendo en los meses posteriores.
El juez que llevó el caso dictaminó el pago de una multa equivalente 7.500 euros. Multa que será abonada a las organizaciones de rescate animal y refugios de la localidad.
Además, en su dictamen añadió:
«Si era correcto para este sujeto mantener a estas pobres criaturas en una situación donde no querían estar, entonces es justo que pase un tiempo tras las rejas, un lugar donde definitivamente no querrá estar».
A pesar de que Denis se mostró cooperante y hasta incluso emitió disculpas en la corte, sus acciones le costarían 180 días de cárcel, con 18 meses de libertad condicional, sumado al hecho de nunca más poder poseer una mascota.
Este tipo de abusos no pueden quedar impunes. ¡No te olvides de compartir esta noticia con tus amigos!