La captura de delfines se ha convertido en una desgarradora amenaza para la vida de esta hermosa especie. En Japón, el gobierno permite que los pescadores acaben con ellos desde septiembre hasta enero y cuentan con el permiso necesario para capturar estos hermosos animales.
Este año el gobierno japonés permite la captura de un máximo de 1400 delfines y 300 ballenas. El número varía de un año a otro. En la temporada 2017-2018 se permitió acabar con 1749 ejemplares y en 2016-2017 la cuota permitida fue de 1820. Es llamativo ver que cada año la cuota es menor… están acabando con la especie.
Dolphin Project es una organización que trabaja incansablemente para protegerlos, velar por sus derechos y denunciar actos tan terribles e inhumanos como los que han sucedido en Taiji con apenas un par de semanas de la temporada de captura. Días atrás, los miembros de la Organización se encontraban en el mar estudiando el comportamiento de una manada de delfines.
La mayoría de los delfines son capturados para consumo humano, pero algunos son vendidos a acuarios.
En Taiji se puede encontrar una notoria población de ballenas piloto (globicephala), una especie de delfines oceánicos que se caracterizan por la peculiar forma de su cabeza. Por desgracia, estos hermosos animales se han convertido en el principal atractivo de un mercado de carne que acaba con sus vidas de una manera deplorable.
“Ver a la líder de la manada sin vida es algo que nos rompió el corazón. Tan sólo 24 horas atrás la habíamos visto tratando de cuidar a los más jóvenes y guiando a su familia a través del océano”.
Una vez que la manada queda atrapada, son arrastrados durante horas hasta llevarlos hacia aguas poco profundas. Esto es sumamente agotador para ellos y quedan sin energía para poder luchar por su vida. Una vez que saben que se acerca lo peor, los delfines intentan permanecer unidos y se frotan entre sí para calmarse. En medio de esta escena, resalta el incansable trabajo de la cabeza de la manada.
“La matriarca nada entre todos ellos para animarlos y consolarlos”.
Pasan la noche atrapados y completamente exhaustos para enfrentarse al peor destino a la mañana siguiente. Allí algunos son seleccionados para vivir en cautiverio. No se volverá a saber nada de ellos y lo más probable es que pasen a formar parte de alguna industria de entretenimiento. Los otros, comienzan a ser terriblemente sacrificados mientras los miembros más jóvenes de la manada son testigos del doloroso proceso.
“El proceso del sacrificio fue largo, sangriento y aturdidor”.
Este es el terrible panorama al que las ballenas piloto se enfrentan desde hace tan sólo un par de semanas, una inaceptable temporada. Levanta la voz y exige que se tomen medidas para proteger a esta hermosa especie de un destino tan atroz.
No dudes en compartir esta nota para unirte a la lucha por los delfines ¡BASTA YA!