Las súplicas y batallas que liberaron diferentes grupos proteccionistas por salvar la vida de un solitario delfín que vivía en la piscina de un parque abandonado han sido infructíferas. Lamentablemente, Honey ha fallecido después de años de reclamos que no fueron atendidos por las autoridades.
Honey era una delfín hembra nariz de botella que fue bautizada como la delfín más solitaria del mundo, después de ser víctima de un terrible acto de insensatez.
Esta criatura acaparó los titulares del mundo en enero del 2018, cuando se informó sobre su presencia y la de unos 28 pingüinos que sobrevivían a la “buena de Dios” en las instalaciones de un parque acuático que había sido clausurado, al oeste de Tokio, en Japón.
Honey estuvo viviendo en una pequeña piscina sin recibir la atención adecuada desde que el Marine Park Aquarium, en la ciudad de Choshi, cerró sus puertas.
Esta criatura llegó al parque en el 2005, tras ser capturada cerca de Taiji, una ciudad portuaria occidental que se ha hecho famosa por su caza anual de delfines. Tras años de trabajo en el Marine Park Aquarium, sólo un trabajador decidió responder por la criatura tras el quiebre del acuario.
La ciudad de Taiji apareció en el documental ganador del Oscar: The Cove (2009), en el cual se denunciaba todo el comercio de delfines en la zona.
Una de las organizaciones que lucharon por rescatar a Honey fue Dolphin Project, que se ha dedicado a la protección de delfines salvajes y cautivos en todo el mundo desde 1970, pero tristemente, ahora ellos mismos deben informar sobre la terrible partida de esta criaturita.
Desde que se vendió el acuario y sus animales, Dophin Project intentó negociar con los nuevos dueños pero no pudieron llegar a ningún acuerdo.
Según informaron, las negociaciones estuvieron abiertas hasta el pasado mes de marzo cuando los proteccionistas notaron que serían los últimos días de la criatura.
Honey murió sola en las aguas sucias de su estrecha piscina, el pasado 29 de marzo.
Es realmente una tristeza saber que pese a toda la lucha que se hizo durante años para salvar la vida de este delfín, haya podido más el egoísmo de los humanos.
Distintos grupos proteccionistas de la vida silvestre recurrieron a las autoridades en Japón para encontrar apoyo y rescatar al delfín pero nada de esto funcionó.
Lo que hicieron con Honey fue un acto desalmado, el delfín tuvo que pasar sus últimos años en cautiverio completamente solo en un espacio abandonado y sometido al hambre, y la más terrible negligencia, situación que se hubiese podido evitar, si en lugar de esto hubiese sido liberado.
No hay palabras para tanta crueldad, por un lado sabemos que al menos ahora Honey está libre de tanto sufrimiento pero estas cosas no deben seguir sucediendo ¡Comparte la triste noticia y levanta tu voz en repudio a esta situación!